DÍA 1
Nuestro viaje comienza en el aeropuerto Barajas T2, a las 5:30 ya que nuestro avión con Air Europa sale a las 7:00 con destino a Múnich. Llegamos al aeropuerto de Múnich a las 9:30 y con nuestro coche de alquiler nos vamos hasta el centro. Hacemos check in en nuestro hotel y salimos a pasear por el centro de Múnich. Primera parada en la MarienPlatz para ver el carrillón que marca las 12 de la mañana. Desde ahí paseos por el centro de la ciudad y comida en el HB con salchicha, y cerveza. A las 15:00 nos unimos por 3 horas al free tour de la ciudad que nos recorre los principales puntos del centro incluido el paso por la catedral y la huella del diablo en su interior. Lo cierto es que nos hemos levantado tan temprano que en la parte final del free tour ya nos cuesta atender y decidimos pasar por el hotel para descansar un rato antes de salir a cenar por la ladera del río.
DÍA 2
Abandonamos
Munich, desayunando antes en la cafetería frente al hotel. Después de 1,5 horas
llegamos al pueblo alemán de ski por excelencia, Garmisch Paterkirchen. Allí
cogemos el telesilla de Bergstation Alpspitzbahn. Sol abajo y ya arriba algo de
niebla, pero un día estupendo para hacer senderismo. Hacemos la ruta de
Genuss-Erlebnisweg de 4,2 km que nos lleva de bajada hasta la Bergstation
Kreuzeckbahn. Sendero fácil y de bajada con mini parada para tomar un bretzel.
Desde aquí nos vamos hasta el pueblo de Mittenwald, que es precioso en estilo
de casas y en cuidado de su centro histórico peatonal. Allí comemos unas salchichas
y seguimos camino hasta el siguiente pueblo, Seefeld in Tirol, sin duda pueblo
de esquí en invierno y de senderistas en temporada estival desde donde salen
decenas de rutas y vistas preciosas de las altas montañas de su alrededor. La
tarde la pasamos en la ciudad de Innsbruck, donde destaca sin duda la vista de
casas de colores junto a la ladera del río Eno, y un paseo por el Altstadt
donde se encuentra El Tejadillo de Oro. Antes de abandonar Innsbruck pasamos a
ver las vistas de la ciudad desde arriba junto al Bergisel, desde donde son
famosos los saltos de esquí del 1 de enero. Para dormir abandonamos Innsbruck y
nos vamos hasta el pueblo de Pills, a unos 20 minutos camino ya de Salzburg,
nuestra próxima parada mañana y dormimos en una casa típica del Tirol.
DÍA 3
Amanece otro día
de sol en Austria. Tras el desayuno en el hotel, cogemos el coche y nos
dirigimos dirección Salzburgo, aunque antes de llegar a la ciudad paramos en
Almbachklamm para hacer una ruta de 5km por el desfiladero del río Almbach
hasta la Sulzer Wasserfall, la cual es tan fina que, a pesar de ser bien alta,
nos la saltamos a la ida y tras caminar 20 min de más, volvemos y ya sí la
vemos. Al final de la ruta comemos en mesas de picnic unas ensaladas que
habíamos comprado previamente en Aldi. Cogemos el coche y vamos hasta Salzburg.
Nos alojamos y salimos andando hacia el centro histórico de la ciudad, donde
cada paso que das es un edificio típico austriaco, el parque de Meribell con
las famosas escaleras de la película de Sonrisas y Lágrimas y una ciudad llena
de iglesias y edificios históricos. Sin duda la película de Sonrisas y Lágrimas
está muy presente en toda la ciudad, así como también Mozart. Subimos en el
funicular Festungsbahn que nos lleva hasta el castillo desde donde las vistas
de la ciudad bien merecen la pena. Tomamos arriba en la terraza una cerveza
Stiegl y un Salzburg nockers, que es un postre dulce a base de merengue y ¡por
el que nos cobran 20 €! A la bajada seguimos paseando por el centro hasta
la hora de cenar en el Gässe Biergarten un Schnitzel.
Dejamos
atrás Salzburgo no sin antes pasar a visitar los jardines del palacio de
Hellbrunn. Preciosos jardines verdes que en un día soleado y caluroso como hoy,
más resplandece. Desde Salzburg, nos dirigimos al pueblecito de Sankt Gilgen
junto al lago Wolfgangsee y después de casi 2 horas más de viaje en dirección a
Viena paramos antes en Melk, donde destacan sin duda su abadía en lo alto y el
paso del Danubio a sus pies. Desde Melk, 1 hora más de camino hasta la llegada
a Viena, ya con mucho más tráfico y movimiento, lo que marca que nos
encontramos en la capital de Austria y en definitiva en una gran ciudad de casi
2 millones de habitantes. Nos alojamos y rápido nos cambiamos de ropa para
irnos hasta el Musikverein, mítico lugar donde tiene lugar el famoso concierto
de año nuevo. Asistimos a un concierto de Mozart, claramente para turistas,
pues todos somos guiris y los propios músicos van vestidos de Mozart, pero sólo
por el hecho de poder contemplar el lugar y apreciar la acústica, bien merece
la pena asistir. A la salida, no encontramos ya sitios para cenar y nos
vamos al hotel a cenar la fruta que nos sobró ayer del supermercado.
Nos levantamos en
Viena y tras desayunar en una cafetería en el centro de la ciudad nos unimos al
voluminoso grupo de free tour que sale del monumento contra la guerra y el
fascismo a las 10:45. El tour, con gran enfoque histórico de la época de
Francisco José y Sisi Emperatriz, recorre la famosa U del centro de Viena que
se centra principalmente en el complejo del Palacio de Hofburg. Al final del
freetour continuamos por nuestra cuenta paseando por la Catedral, el
Ayuntamiento, la Ópera, el hotel Sacher, el Musikverein, etc. Para comer, un
Wiener schnitzel más, nos vamos hasta Glacis Beisl. Después de comer en la
terraza del Biergarten, nos vamos a tomar café y tarta Sacher a su famoso Hotel
Sacher, no sin antes haber tenido que esperar la cola pertinente para acceder a
una mesa. De ahí andando al Palacio Belvedere para terminar la tarde paseando
por el Stadtpark que alberga la famosa figura de bronce dorada de Johann
Strauss. Tras pasar por el hotel, nos vamos a cenar con el coche a las afueras,
a la zona de los viñedos de Viena, al Weinhoff Zimmermann-Neustift am Walde. En
este lugar, la bebida se pide en la propia mesa, lógicamente, vino, y la comida
la tienes que ir a pedir dentro de la casa a modo carnicería. Pasamos una
estupenda cena, al fresco, junto a los viñedos y sin turistas alrededor, sólo
vieneses locales. Nos ocurre una anécdota al final de la cena, y es que cuando
ya terminada la cena decidimos irnos, pensábamos que ya habíamos pagado todo
porque la comida era comprarla en la carnicería y la habíamos dejado pagada,
pero en realidad, el vino y el agua no estaban pagados, y nos vamos
tranquilamente sin darnos cuenta, y cuando ya estábamos a punto de coger el
coche que se deja en una zona para aparcar a unos metros cuesta abajo, vemos
que el camarero, con su traje tradicional tirolés que lleva puesto, baja
corriendo y llamándonos para que paguemos. En ese momento nos damos cuenta y
pagamos y pedimos disculpas, pero bien él no nos cree, piensa que hemos
intentado irnos sin pagar y de malas formas nos pide que nos vayamos
inmediatamente de allí.
DÍA 6
Abandonamos
el centro de Viena, pero antes de dejar la ciudad vamos por la mañana a
ver el Palacio de Schönbrunn. Aparcar se convierte en toda una odisea en Viena,
pues si bien no hay carteles que digan que hay que pagar y cómo, tampoco hay
identificaciones de líneas azul, roja, verde, etc.…a base de preguntar,
descubrimos que sí, que es necesario pagar parquímetro. Pero ¿cómo? Pues o bien
descargando la app de aparcar en la ciudad, o bien comprando en una gasolinera
unas tarjetas por el tiempo que vayas a aparcar. Optamos por esta segunda
opción en una gasolinera cercana y ya aprovechamos para desayunar en ella. Por
fin ya con el coche aparcado, visitamos los jardines del palacio de Schönbrunn
y la ciudad de Viena a lo lejos. Al mediodía cogemos de nuevo el coche para
recorrer las 3 horas de viaje que nos separan hasta la entrada del teleférico
de Dachstein con un cambio de paisaje de nuevo a las altas montañas de los
Aples y las praderas verdes y casas llenas de flores. Hacemos parada en mitad
del camino a comer en un pueblo de la carrerera. Lo cierto es que a la llegada
a Dachstein son las 18:00 y ya es algo tarde para iniciar la ruta del Hoher
Dachstein, así que aprovechamos para hacernos unas fotos frente a la imponente
montaña de fondo y continuamos camino al que muchos catalogan como el pueblo
más bonito de Europa, Hallstadt. Si es el más bonito o no es muy subjetivo,
pero lo cierto es que es realmente precioso, bien cuidado y en un enclave
fantástico a los pies del lago Hallstätter See. Abandonamos Hallstadt a las
21:30 pero por delante nos queda aún 1 hora de viaje hasta Salzburg dinde de
nuevo pasamos la noche.
DÍA 7
Nuestro último
día de viaje abandonamos Salzburg dirección de nuevo a Alemania. Antes de comer
paramos en el lago Chiemsee pero es sábado y día soleado y parece que mucha
gente ha escogido este lugar para pasar el día. Lago enorme, lleno de veleros y
lanchas. Intentamos alquilar una barca pero está todo completo. Así que damos
un paseo jjnto al lago y nos vamos camino de Rosenheim. Pueblo típico bávaro
donde aprovechamos para comer y dar un paseo antes de ciger el coche rumbo al
aeropuerto de Múnich, y coger el avión con destino a Madrid a las 19:30.
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