domingo, 9 de julio de 2023

CINQUE TERRE (ITALIA) EN 5 DÍAS

DÍA 1

Cogemos el vuelo de Iberia de las 21:30 que nos lleva hasta la ciudad de Bolonia. Vuelo tranquilo y ya a la hora de llegada cogemos un taxi que nos lleva directamente al hotel que hemos cogido junto al aeropuerto para mañana tenerlo cerca de cara a recoger el coche de alquiler ya que esta noche por las horas a priori ya estaba cerrado. 

 DÍA 2

Temprano y después de desayunar en el hotel, cogemos un taxi que nos lleva de nuevo al aeropuerto de Bolonia para recoger nuestro coche de alquiler. La recogida del coche es un poco caótica por el tiempo que tardan y por la mala organización de la compañía de alquiler. Nos dirigimos al centro de la ciudad de Bolonia que visitamos durante la mañana y del que destaco, además de su gran plaza con una de las más grandes catedrales del mundo y su escultura de Neptuno al que la tradición dice que hay que darle dos vueltas, la Basílica de Santo Stefano de Bolonia, o también conocida como La Iglesia de las 7 Iglesias. Muy curioso ver dentro de un mismo complejo la variedad de estilos y altares con claustro incluido de no sé si 7, pero sí varias iglesias juntas. Nos chispea algo durante la visita, así que decidimos aprovechar para comer sobre las 12:30 en lo que yo llamaría una charcutería-restaurante típico del centro, el Villa Maglia. Después de comer, hacemos el viaje hasta la ciudad de Lucca, unas 2 horas. Precioso pueblo típico amurallado, plaza ovalada y subida a la Torre de la Hora con menos gente que la otra y con una vista que bien merece la pena. Me ha gustado la ciudad. Desde Lucca viajamos finalmente hasta La Spezia (1 hora) y hacemos el check in en el céntrico apartamento y salimos a cenar a la Pizzeria Masianello. 

DÍA 3 

Temprano arriba para desayunar y después de dejar las maletas en el maletero del coche y coger sólo lo básico para llevarlo encima durante los dos próximos días, nos dirigimos andando a la estación de tren de la ciudad de La Spezia. Cogemos el 5 Terre Card ticket de día completo para recorrer los 5 pueblos de las 5 Terre en tren. Primer pueblo Riomaggiore tal vez el más grande y representativo por fotos e imágenes que representan las 5 Terre. Desde la estación, tras pasar por un túnel andando, acabamos llegando al pueblo. Paseo bordeando el mar y primeras vistas de las casas de colores sobre las rocas. Desde Riomaggiore, otra vez en apenas 5 min y llegamos a Manarola, que destaca por sus cuestas y también porque recorrer sus viñedos te permite ir teniendo unas vistas fantásticas del pueblo. Se empieza a llenar de gente el pueblo por eso de ser hora punta. Aprovechamos para comer en La Scogliera y después de un helado volvemos a la estación a coger de nuevo el tren hasta Corniglia. A la llegada hay la opción de caminar en cuestas y escaleras unos 20 min o bien esperar un bus a la salida de la estación de tren. Optamos por esta segunda teniendo que esperar pasar 3 buses, pero por la cantidad de gente terminamos subiendo los escalones hasta llegar al pueblo. Tal vez el que menos me ha gustado del día de hoy no porque sea feo, sino porque los otros son mucho más bonitos. De hecho, se notaba que en este pueblo había menos gente que en los anteriores. 

DÍA 4 

Por la mañana, tras desayunar en Vernazza, en el único bar abierto, El Pirata, cogemos el tren para visitar el último de los 5 pueblos de las 5Terre, Monterosso, el único de los 5 que tiene playa y que destaca por su escultura de Neptuno sobre la roca del final de la playa y al otro lado del túnel que se llega caminando, el pueblo, con sus calles típicas y sus dos iglesias. Desde aquí, tren de vuelta a La Spezia, en unos 25 minutos, recogida del coche y carretera en marcha hacia Génova. Antes de comer hacemos un primer intento de llegar en coche al pueblo de Portofino, pero la policía ya está deteniendo el tráfico en el pueblo de Santa Margherita Ligure, pues el parking de Portofino está lleno, así que decidimos aparcar, dar un paseo por el pueblo y aprovechar para comer. Mientras la comida llueve, con la suerte de que sale el sol justo cuando terminamos. Hacemos un segundo intento por llegar a Portofino y esta vez sí lo conseguimos, y a la llegada podemos conseguir entrar al parking, aunque nos alegramos de no haber venido a comer pues los precios aquí son otro nivel, 1 helado de 1 bola, 6,5 € y 1hora de parking 8 €. Nos encontramos con un pueblo precioso, encajonado sobre una punta y con decenas de barcos fondeados frente a su costa y dos mega yates que hasta nos quitan parte de las bonitas vistas del pueblo. Como dato curioso entrando a visitar la iglesia nos encontramos con una misa romana-católica-ortodoxa, en definitiva, muy rara, con las mujeres con velo, los curas con barbas largas y dando la misa de espaldas. Desde Portofino nos vamos hasta la ciudad de Génova, a donde llegamos en aproximadamente 1,5 horas. Aparcamos en la calle junto al centro, donde además está nuestro apartamento. La ciudad de Génova es por sí misma decadente y desorganizada. No tiene demasiadas cosas especiales que ver, pero merece la pena ver en sí la ciudad, cómo está distribuida ladera arriba desde el mar y su majestuoso puerto, que, por lluvia, sólo vemos desde el coche. Paseamos desde el apartamento calle arriba hasta la plaza central, Piazza Raffaele de Ferrari, su catedral, y algunas de sus callejuelas estrechas típicas hasta sentarnos en una de ellas en una terraza al famoso aperitivo de tarde italiano en el que por cada copa que nos pedimos nos ponen la bandeja de embutidos. Para cenar nos cuesta un poco encontrar sitio pues está casi todo cerrado, aunque acabamos dando con la Trattoria Archivolto Mongiardino que nos ofrece un rico pesto y tiramisú. 

DÍA 5 

Nos levantamos en nuestro apartamento de decoración motorista en pleno centro de Génova en un día bastante lluvioso. Desayunamos en una cafetería enfrente de nuestro apartamento y desde ahí recogimos el coche que habíamos dejado aparcado ayer por la tarde y nos dirigimos hasta la ciudad de Turín a unas 2,5 horas de viaje y nuestro último destino del viaje. En Turín aparcamos en la calle en el centro y empezamos nuestro recorrido a pie. Primero por las 3 plazas Piazza Carlo Felice, Piazza San Carlo y Piazza Castello enlazando con la Piazza Reale hasta llegar a la catedral y los jardines reales. Comemos en una pizzería y continuamos después caminando con helado en mano de la heladería Alberto Marchetti por el Castello del Valentino, varias iglesias, una de ellas redonda y paseo por la ladera del río Po. A media tarde, recogida del coche y trayecto hasta el aeropuerto de Turín desde donde cogemos el vuelo de vuelta a Madrid con llegada a las 23:00 horas. 

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