domingo, 11 de mayo de 2014

HOLANDA, BÉLGICA, ALEMANIA, PARIS Y CASTILLOS DEL LOIRA EN COCHE DESDE MADRID

DIARIO DE VIAJE I:

Salimos de Madrid sobre las 8:00 de la mañana. km y km de carretera parando a comer y descansar hasta llegar a Burdeos sobre las 16:00 h. Nos alojamos en el hotel bajando como equipaje lo imprescindible pues se trata simplemente de una parada técnica haciendo noche en la ciudad en un viaje como destino unos cuantos km más al norte. Como aún nos queda mucha tarde por delante salimos a conocer la ciudad de Burdeos, atravesada por el río Garona y junto a éste queda el largo paseo que atraviesa los edificios del S. XIX. Destacan la Plaza de Marichel y La Catedral. Un poco más al interior su larguísima calle comercial peatonal donde por cierto las tiendas cierran a las 19:00 h. Callejear por el resto de la ciudad parece que no merece demasiado la pena.

DIARIO DE VIAJE II:

Con algo más de caravana que en las carreteras españolas, hemos recorrido los casi 600 km que separan a Burdeos de Paris, añadiendo además una fortísima tormenta a 100 km de la capital francesa. Nada más llegar a Paris, lo primero que hemos hecho ha sido alojarnos en el hotel. Después hemos ido al centro y el resto de la tarde hemos recorrido, Notre Dame, de entrada gratuita si no se desea visitar las torres, y precisamente en el momento en el que la visitábamos había la misa del domingo. Así que por este motivo la visita ha tenido que ser rápida. Su interior a decir verdad no me ha parecido nada del otro mundo. Desde Notre Dame hemos ido al barrio latino y hemos cenado en un italiano.



DIARIO DE VIAJE III:

Ha amanecido hoy un día muy nublado que luego poco a poco ha ido abriendo e incluso ha llegado hasta hacer calor. Por la mañana hemos visitado el Louvre. Es éste un museo grandioso dividido en tres alas, Richelieu, Sully y Devon cada una de ellas con tres plantas excepto Devon que sólo tiene dos. Planta de esculturas, objetos y pinturas y una planta en el "subsuelo" en la que están las taquillas y la cafetería. Después de visitar el Louvre que lleva como mínimo 3 horas y que te deja agotada, hemos salido por las escaleras que dan a su famosa pirámide de cristal. Desde aquí hemos ido a recorrer Paris a través del Arc du Carrusel, y e Jardín des Tuileries, donde hemos comido, hasta llegar primero a la Place de la Concorde en la que destaca el Obelisco para continuar después a través de Los Campos Elíseos primero por los jardines y luego ya comienza su larga avenida comercial hasta llegar finalmente hasta el Arco del Triunfo en la Plaza Charles de Gaulle. Desde aquí bajando por la Avenida de Iena se llega hasta la Plaza del Trocadero y de fondo, cruzando el río Sena, la grandiosa Torre Eiffel, a la que hemos subido y tras bajar, hemos parado a descansar en Los Campos de Marte con la Escuela Militar de fondo.



DIARIO DE VIAJE IV:

Salimos hacia Versalles para pasar allí la mañana. Para visitar Versalles, lo que es el Palacio hay que hacer dos colas, la primera para visitar la parte a donde se puede sacar el ticket para las dos partes y la cola es más corta ya que no es la primera que se ve nada más entrar. Esta parte visitable del Palacio tiene sólo ocho salas y visitas las dependencias del "Delfin" (nombre que se le da al príncipe heredero en Francia). Con esta visita la verdad es que Versalles se quedaría escaso pero es la visita de la parte B, que habiendo sacado ya el ticket en la A no hay que esperar colas, la que muestra la grandeza y riqueza de la corte francesa del s. XVII y s.XVIII. A la salida nos ha caído una fuerte tormenta que cuando ha parado un poco nos ha permitido pasear por los maravillosos jardines cuya entrada es gratuita si no se quiere visitar el palacio, aunque personalmente creo que merece la pena verlo. Desde aquí hemos ido a París, a la zona de Moulin Rouge y la Basílica del Sacre Coeur desde donde se ve todo París y te entretienes con la cantidad de pintores que hay en sus alrededores. Hemos cenado en el hotel. 

DIARIO DE VIAJE V:

Viajamos hoy desde París a Breda, alrededor de unos 400 km, así que entre unas cosas y otras toda la mañana en el coche y llegada al hotel sobre las 16:00 h. Lo que queda de tarde lo aprovechamos para dar una vuelta por la ciudad de Breda. Parece bonita, y digo parece porque ha caída tanta cantidad de agua y estaba tan oscuro que a las 18:00 h hemos regresado al hotel a cenar y ya no hemos hecho nada más hoy. 


DIARIO DE VIAJE VI:

Doce años después, vuelvo a la ciudad de Brujas. Antes paramos en lo que parece ser como un pueblo de veraneo para los belgas, con una larga playa en el mar del Norte, llamado Knokke-Heist, pero en días como hoy, nublado y con 16º no resulta muy apetecible un baño. A la llegada a Brujas, metemos el coche en un parking más o menos céntrico, pues es creo lo que más merece la pena en este tipo de ciudades y nos dirigimos después a pie a su plaza central "Markt", a la entrada por una de sus calles laterales te quedas admirando el encanto de sus casas, estrechas, alargadas, muchas de ellas del s. XVI y s. XVII. Lo más interesante que se puede hacer en esta ciudad es callejear por los alrededores de la plaza atravesando canales y más canales y paseando por escaparates de chocolates que hay que probar sin duda. Comemos en un italiano Da Mario en la plaza principal de Brujas. Desde Brujas nos vamos hacia Gante, donde empieza a caer una fuerte tormenta que apenas nos deja ver la ciudad. Es muy parecida a Brujas pero seguramente en días con mejor tiempo, esté mucho más ambientada que hoy. Destacan su plaza y su catedral. 


DIARIO DE VIAJE VII:

Hoy vamos hasta la ciudad de Amsterdam a donde llegamos sobre las 11:00 h y volvemos a dejar el coche en un parking céntrico, porque además el tráfico en esta ciudad es un poco caos, con bicis, tranvías, coches, autobuses y mucha gente andando por el centro. Lo primero que hacemos es ir a la oficina de información en la que había tanta cola que nos hemos ido sin nada. Así que con libro en mano, hemos ido primero a la Stationsplein, después callejeamos por el barrio Rojo, con la Onde Kerk, y sus curiosísimas calles, coffee shops, sex shops, y unos escaparates difíciles de encontrar en otros lugares del mundo. Del Barrio Rojo bajamos hacia la plaza Dam que tiene a la Nienwe Kerk, Monumento Nacional, y el Palacio Real. Antes de comer vamos al Museo Anna Frank. Hay una larga espera para entrar por eso quizás hubiera sido mejor venir aquí a primera hora. El museo se trata de la casa donde se escondieron Anna Frank y su familia durante la II G.M. Dentro, todas las explicaciones están en holadés y en inglés pero en la entrada se puede coger gratuitamente un cuadernillo que contiene también todas las explicaciones en español. Hemos comido en una de las calles que salen de la plaza Dam y después hemos recorrido de nuevo sus calles y sus tiendas yendo de compras. Otra de las curiosidades de esta ciudad son los urinarios para hombres que hay por la ciudad y que dejan un olor no demasiado agradable a sus alrededores. Antes de volver al hotel aprovechando que no había lluvia, hemos dado una vuelta por Breda al regreso desde Amsterdam. 

DIARIO DE VIAJE VII:

Aproximadamente a 200 km desde Breda, y a pesar de la cercanía con Holanda, en las ciudades alemanas se palpan otras costumbres. Llegamos a Köln, quizás un viaje un pelín pesado pero que el hecho de llegar a la catedral y ver toda su grandeza ya merezca la pena. La verdad es que su fachada está sucia y que los edificios que la rodean no dejan ver toda su esplendor y para mi gusto estropean la grandeza del monumento/edificio más emblemático de Colonia. Sin embargo, por dentro está muy ciudad, limpia y es muy grande. Desde la Catedral bajamos hacia las proximidades del Rin, donde en días como hoy, soleados, es donde hay más vida. Allí comemos en una terraza, la típica salchicha y cerveza, de una forma un tanto peculiar, una bandeja para dos personas con una salchicha de 1 m rodeando dicha bandeja y en el centro, patatas y chucrú. Al terminar de comer hemos dado un paseo por la calle comercial y hemos cogido el coche y marchado hasta Düsseldorf, ciudad muy parecida a Köln, también atravesada por el Rin y además este fin de semana de fiestas, así que muy ambientada.

DIARIO DE VIAJE VIII:

Camino de La Haya, vamos primero a pueblo holandés famoso por su quesos, Gouda. La forma de llegar hasta allí ha sido un poco peculiar, y es que había que decidir entre hacer 70 km o bien cruzar un pequeño canal en un barco con el coche y hacer sólo 30 km, así que al final nos hemos decidido por esta segunda opción. Gouda tiene un centro típico holandés, con las casas del s.XVII y los canales, aunque lo que son quesos hemos visto más bien pocos. Desde Gouda hemos ido hasta La Haya. Aquí, algo de decepción porque aunque es verdad que hoy era domingo y que tiene un patio "El Patio del Binnenhof", que es una maravilla, el resto de la ciudad tampoco he visto que merezca demasiado la pena. Si acaso, destacar el Palacio Noordeinde y El Tribunal Internacional de Justicia, que está alejado del centro y que hay que coger el coche para ir hasta él. Una de las curiosidades de La Haya, y más en un día como hoy, de verano holandés, es decir, sol entre nubes y 20 grados, es su playa situada a unos 4 km en el pueblo de Schveningen, lleno de chiringuitos, donde hemos comido y el agua está bastante fría pues he podido comprobarlo por mi misma eso sí metiendo sólo un pie. Desde la playa de La Haya, hasta Rotterdam, donde por cierto, la llegada al centro de la ciudad debido a la cantidad de puentes y el río Rin, ha sido bastante complicada. Rotterdam fue arrasada durante la II G.M., por eso se trata de una ciudad cosmopolita hoy día, con industria, grandes empresas y de construcción nueva en su totalidad. Hemos cenado a orillas del Rin y con la iluminación del Erasmusbrug, un bonito puente moderno que da acceso al centro de la ciudad de fondo. Si se quiere ver más riqueza, en este caso de la industria petrolífera, merece la pena recorrer lo que llaman el Europoort.

DIARIO DE VIAJE IX:


Por la mañana hemos ido a visitar Bruselas, capital de Bélgica y más interesante de lo que esperaba. De hecho, nuestra visita programada de sólo medio día se ha quedado un poco corta en mi opinión. Sin duda destaca su Grand Place o Grote Markt, una plaza que alberga el ayuntamiento y en la que todos sus edificios son antiguos y perfectamente cuidados. Sus calles aledañas son entretenidas, con tiendecitas de souvenirs y restaurantes. Para llegar hasta la catedral merece la pena atravesar las Galeries Saint Hubert. Por supuesto, también hay que visitar el Manneken Pis, que si sabes de antemano que es muy pequeño, la decepción será menor. Hemos comido por el centro de Bruselas y por la tarde nos hemos marchado hasta Amberes a tan solo 50 km. Lo mismo que Bruselas, me ha sorprendido para bien. También aquí lo más destacado es la Grote Markt, con la catedral en la parte delantera. Así mimso, hay que bajar hasta el río Schelde y pasear hasta el castillo. También hemos ido hasta el barrio judío, famoso por sus diamantes.

DIARIO DE VIAJE X:

El destino de hoy es un pueblecito de canales al norte de Holanda, a unos 200 km de Breda pero que sin duda recompensan al llegar a un paraje natural como éste. Nada más llegar, hemos alquilado una barca, en cualquier parte del pueblo te las alquilan sin problemas y durante 2 horas hemos disfrutado de los canales, puentes y el lago. Después hemos comido en el paseo un menú típico holandés a base de sopa de tomate, Pannekocke, que son crepes de manzana, de bacon, etc, condimentados con caramelo y helado de frutas. Giethoorn también llamaba la atención para simplemente pasear a través de sus caminos y puentes de madera desde donde además también se pueden ver las típicas casas bien cuidadas e incluso aquí hemos visto a gente con zuecos de madera puestos no de cara al turismo sino porque en realidad los llevan. Ya de bajada hacia Breda, hemos parado en la ciudad de Utrecht. Pero está claro que si haces turismo a partir de las 18:00 h la impresión que te puedes llevar de una ciudad es apagada y sin vida. En Utrecht nos ha pasado hoy algo parecido a esto. Es, sin duda una ciudad importante de Holanda, típica y curiosa pero a la hora a la que hemos llegado no hemos podido realmente comprobarlo. Creo además, que ésta ha sido la ciudad donde más bicis juntas he visto.

DIARIO DE VIAJE XI:

A unos 15 km al norte de Amsterdam está Monnickendau, un pueblecito pequeño que se puede recorrer en apenas 10 minutos. Desde aquí, hacia Volendam. Aunque parezca mentira, resulta un poco complicado alquilar una bici, que era hoy nuestra intención, así que lo primero ha sido ir a la oficina de turismo y allí nos han mandado a una tienda de bicicletas donde por fin hemos podido alquilarlas. Ya con la bici hemos salido dirección a Edam a unos 3 km donde había hoy un mercado de quesos y mucho turismo. Moverse con la bicicleta por los pueblos, sin tener mucha experiencia y más en este tipo de bicis que son sin frenos (se frena pedaleando para atrás), resulta algo complicado. Así que después de recorrer varias veces los mismo caminos entre Edam y Volendam, que era lo más fácil y disfrutar lo más posible del entorno, a las 17:00 h hemos devuelto las bicis, hemos cogido el coche y hemos ido hasta Hoorn. Hemos tomado unas cervezas en un hotel precioso del s. XVIII y vuelto a Breda poniendo fin a nuestra estancia en Holanda. 

DIARIO DE VIAJE XII:

Prácticamente todo el día de hoy lo hemos empleado de viaje de regreso hacia España con bastantes atascos en las carreteras francesas. A la llegada a Tours, nuestro destino de paso, hemos dado una vuelta por la ciudad. Destaca la catedral gótica y el río Loira.

DIARIO DE VIAJE XIII:

Por la mañana hemos ido hasta el Castillo de Chevonceau a unos 30 km de Tours. Se trata de un castillo construido en su totalidad sobre el río Le Cher y en los laterales sus enormes jardines y bosque. Del s. XVII, por dentro se pueden ver las habitaciones, las cocinas y sus galerías. Por la tarde hemos ido hasta Amboise a unos 10 km desde Chenonceau. Lo que es el castillo en sí, no merece mucho la pena y si acaso puede tener más interés porque en él está enterrado Leonardo Da Vinci. Merece más la pena pasear por el pueblo, bien cuidado y típico. También en Amboise está la casa donde vivió y murió Da Vinci llamada Clos Lucé, pero cuya visita es un poco cara baja mi punto de vista. 

















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