DÍA I:
Viaje desde las 10:00 de la mañana con parada a comer en un área de descanso después de cruzar la frontera con Portugal. Ya en Portugal, 1 hora menos y carretera sin pueblos casi hasta la llegada a Lisboa sobre las 16:00 hora local. Nuestro alojamiento se trata de un apartamento junto a la Plaza del Marques de Pombal. Pasamos el resto de la tarde en la playa Do Pescadores, en la Costa de Caparica donde nos encontramos con un agua muy muy fria en pleno verano. Allí nos quedamos hasta la puesta de sol y luego vamos a cenar al chiringuito Do Pescadores, junto al acceso a la playa y los aparcamientos, por cierto, éstos sin asfaltar, que hace que se ponga todo lleno de polvo, hasta los propios árboles que hay a los alrededores están blancos. Cenamos una dorada a la brasa y una ensalada de pulpo y una rica tarta de queso.
DÍA II:
Hoy hacemos la visita a la zona de Belem, donde aparcamos el coche en la parte trasera que es donde están muchas embajadas. Tras unas vistas a Belém, vamos hasta el Monumento de los Descubridores y después a tomar unos Pasteis de Belem. Ya nos parecía que había poca gente por esta zona hoy, y es que hemos tenido un fallo, no mirar previamente que la visita a Los Jerónimos cierra los lunes. Vuelta al apartamento, y tras un breve descanso, decidimos irnos de nuevo a la playa. Vamos a pasar la tarde a la playa de Caparica, previo paso por Aldi para comer ensaladas en la playa. Agua muy fría y viento de nuevo. Vuelta a Lisboa al final de la tarde, paseo por las tres plazas Restauradores, Rossio y Comercio y cena en Casa Portuguesa do Pastel de Bacalhau.
DÍA III:
Cogemos el coche y nos vamos hasta Cascais. Ahí comemos, nos damosnun baño en su playa y paseamos un rato por la mañana, por sus calles con casas señoriales y su puerto hasta la hora de comer que ya aprovechamos para hacerlo pronto antes de volver de nuevo a Lisboa. La tarde la pasamos paseando por Lisboa, sus plazas, algo de compras en sus calles más comerciales para acabar cenando y tomando una copa en Pharmacia, en la Rua de Sta. Catalina. Muy recomendable lugar.
DÍA IV:
Vamos a pasar el día a las playas de la Costa de Comporta y la península de Troia. A la llegada a Troia, mucha gente e imposible aparcar, así que nos vamos hacia el sur de Comporta. Paramos a comprarnos fruta y tomates en un puesto de la carretera y aparcamos en Praia do Carvalhal. Comida en la playa y cervecitas frescas y eso sí, la temperatura del agua no cambia, de nuevo muy fria. Vuelta a Lisboa. Paseo por el Barrio Alto y el Mirador de San Pedro de Alcántara. Imposible cenar, porque está todo lleno, así que vuelta al apartamento y cena en casa hoy.
DÍA V:
Mañana en la Playa de Caparica, cruzando el puente del 25 de abril un día más. Aparcamos en Praia Morena y después de algún baño, lectura o simplente estar tumbados felizmente al sol, comemos en la terraza-chiringuito de Borda d'Água una estupenda dorada a la brasa y mejillones. Otras 2 horitas de playa después de comer y vuelta a nuestro alojamiento previo atasco de salida de la playa y entrada al puente 25 de abril. Ducha para quitarnos los kg de arena que llevamos encima. Salimos a cenar a una zona muy chula de Lisboa, que se ve que fueron antiguas fábricas junto a la zona debajo del puente 25 de abril, reconvertidas en restaurantes tipo alternativo. La zona se llama LX Factory.
DÍA VI:
día en Sintra. Primero vamos a la Quinda da Regaleira, aunque aparcar es toda una odisea en Sintra y tenemos que dejar el coche mal aparcado a unos 30 minutos caminando. En la Quinta do Regaleira destaca el Pozo Iniciático y no merece la pena el palacio en sí por dentro y menos después de la hora de cola que hemos tenido que esperar, pero sí es muy bonito el entorno natural. De ahí hacemos rl intento de llegar al Palacio da Pena en coche, aunque tras varias vueltas se nos hace imposible y acabamos incluso comiendo ensaladas en un arcén de las estrechas carreteras donde conseguimos dejar el coche. Vuelta a Sintra y por fin entendemos que la única forma de llegar al Palacio da Pena es cogiendo el autobús 434 o un tuk tuk. Nos decantamos por el tuk tuk para la subida hasta el Palacio da Pena, unos 10 minutos con unas subidas y bajadas vertiginosas. Compramos las entradas. La visita desde luego nos ha costado acceder a ella pero merece mucho la pena realmente. Arriba eso sí mucho viento y frío espantoso. 1 hora aprox de visita y bajada en tuk tuk de nuevo. Coche y hasta Cascais donde aparcamos pero hace mucho frío y vamos poco abrigados así que decidimos volver a Lisboa. Pedimos unas pizzas para cenar en el apartamento.
DÍA VII:
Visita al centro histórico de Lisboa. Dejamos el coche en un parking en el barrio de Chiado y nuestro recorrido a pie engloba: el Convento do Carmo, cruce al barrio de Alfama por el elevador de Santa Justa. Ya en el barrio de Alfama, visita al Castillo de San Jorge que bien merece su visita porque sin duda son las mejores vistas de Lisboa, casi los 360°. Bajada hasta la Catedral /Sé de Lisboa para cerrar el círculo en la Plaza do Comercio. Temperatura muy agradable para hacer turismo, eso sí, Lisboa es una montaña gusa de subidas y bajadas constantes. Vuelta al apartamento, breve descanso, cambio a modo playa y nos vamos de nuevo hasta Caparica , nuestra Praia do Pescadores. Comida en Restaurante Do Pescadores una cataplana de rodaballo y sangría de vino blanco que tardan más de 1 hora en servir. Resto de la tarde en la playa donde no falta el fresco del aire y el frío agua. Volvemos a Lisboa y tras la ducha en el apartamento, salimos por el centro y cenamos en Pinoquio bacalao.
DÍA VIII:
Por la mañana volvemos a Los Jerónimos. Esta vez sí está abierto y podemos visitarlo. Apenas cola para entrar y menos de 1 hora de visita donde destaca el claustro y la iglesia. A la salida pasamos de nuevo a comer los Pasteis de Belem y desde ahí vuelta al apartamento a cambiarnos de ropa a modo playa. Cruce de nuevo del puente y Playa do Pescadores. De nuevo agua muy fría, playa muy extensa y aire fresco. Allí nos quedamos hasta las 19:30 y después vuelta a Lisboa para ducharnos y salir a cenar.
DÍA IX:
Toca recogida y despedida de Lisboa. No sin antes y previo a haber desayunado y dejado el apartamento, volvemos por la mañana a la playa de Caparica. Paseo, baño, vuelta y vuelta al sol y tras comer en el chiringuito Waikiki, vuelta a Madrid. De camino hacemos parada en el pueblo portugués de Elvás, lugar famoso, más en el pasado que ahora, por las compras de ropa de casa, aunque también tiene encanto su muralla. Más adelante ya en España paramos a cenar en el pueblo extremeño de Trujillo, en su bonita plaza Mayor, con su recuerdo constante a los conquistadores españoles de siglos atrás, especialmente a Francisco Pizarro, y después continuamos viaje hasta Madrid a donde llegamos ya a medianoche.
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