DÍA 1:
Cogemos el vuelo desde Barajas de las 17:30 de Iberia con destino a Florencia a donde llegamos 2:30 después pero como nos han facturado las maletas porque el avión iba lleno pues hemos tenido que esperar a su recogida y después ya hemos ido hasta la parada de taxis para coger uno que nos llevara hasta el centro de Florencia donde estaba nuestro alojamiento. A la llegada y tras la espera para que nos trajeran las llaves, salimos a cenar pasta a Yelow Bar. La verdad es que no hemos podido coger un alojamiento más céntrico, justo a la Plaza de la Signoria.
DÍA 2:
nos levantamos temprano porque hemos cogido
entradas para la visita de la Galeria de los Uffizi a las 8:45. Antes
desayunamos en una cafetería de la Plaza de la Signoria con vistas al Palazzo
Vecchio, actual ayuntamiento de la ciudad y la Loggia de Lanzi y de camino a la
entrada a la Galería vemos cómo ya están montando los puestos del Mercato
Nuovo. Dedicamos algo más de dos horas a la visita de la Galería de los Uffizi,
y es que, si bien tiene obra que bien merecen la pena ver, ya sólo por el
pasillo central y el techo del mismo, su visita es un must de Florencia. A la salida,
paseamos junto al río y el famoso Puente Vecchio, echando un vistazo por sus
joyerías. Desde aquí nos vamos a ver la que se considera la farmacia más
antigua del mundo, que tal y como dicen sus carteles lleva abierta desde 1221.
Se trata de la Farmacia Santa María de Novella, pasando por la Plaza que lleva
el mismo nombre. Comemos de nuevo pasta, hoy con pesto y a las 15:30 tenemos los
tickets para entrar a la Galeria de la Accademia que tiene como foco casi
exclusivo la posibilidad de ver en directo una de las más impresionantes obras
de Miguel Angel, el David, impresionante.
A la salida vamos paseado sobre la otra ladera del río, nos tomamos un Aperol a
media tarde y en nuestro paseo acabamos de nuevo en la Plaza de la Signoria y
pasando por el apartamento antes de salir a cenar en un sitio que habíamos
reservado, Osteria Cinghiale Bianco donde cenamos los riquísimos Pappardelle Al
Ragú Di Cinghiale.
DÍA 3:
Nos levantamos y vamos a desayunar en un bar del centro, pero de no turistas, justo detrás de la Galería de los Uffizi, y mientras el desayuno, decidimos casi sobre la marcha, alquilar un coche por un día e ir a pasar el día fuera de Florencia. Primero nos vamos hasta la ciudad de Siena a poco más de 1 hora en coche. Siena es una ciudad preciosa, típica de la Toscana, con la catedral también de la misma piedra de la zona y sin duda una plaza que bien merece la pena una visita. Cierto es que, si bien pasear por el centro de la ciudad es muy agradable, pues es relativamente pequeño, así que dejando el coche aparcado en un parking de dentro de la muralla como hemos hecho, éste, el centro, se recorre rápido. Hay una competición de bicis que termina justo en la plaza, con lo que hace que la ciudad esté aparentemente más llena de lo que puede ser lo habitual. Comemos en un restaurante del centro, y después cogemos de nuevo el coche y de camino de vuelta hacia Florencia paramos en el pueblo de San Gimignano. Pueblo perfectamente conservado, con un entorno de viñedos y de construcciones de La Toscana. A la llegada, nos tomamos un helado italiano, más por el hecho de estar en Italia que por que la temperatura lo requiera. Más bien al contrario, la tarde de hoy, aunque soleada, se ha quedado bastante fresca. A última hora de la tarde, volvemos a Florencia, dejamos el coche de alquiler y tras paso por el alojamiento salimos a cenar a una pizzería junto a él.
DÍA 4:
Último
día en Florencia, pero con todo el día por delante. De nuevo nos amanece sin
lluvia, pero con frío. Desayunamos en el mismo sitio de ayer, pero de
camino entre el alojamiento y el bar, aprovechando que pasamos por el Palazzo
Vecchio entremos a verlo sólo a la parte de la entrada que es como un patio.
Después de desayunar nos vamos directamente a hacer cola para entrar a ver la
catedral. Ciertamente, aunque la cola es muy larga, va bastante rápida y en
unos 30 minutos ya estamos dentro. Sin desmerecer el interior, tal vez, si por
algo es famosa esta catedral es más bien por su exterior y su cúpula, al igual
que el Baptisterio, sin embargo, y más sin ser de pago, merece la pena también
entrar en su interior. Desde aquí nos vamos a la Iglesia de Santa Croce, situada
en una plaza, como dirían los italianos, bellissima. Visitamos su interior, con
dos bonitos claustros, la tumba de Marconi, el inventor de la radio, y la de
Galileo entre otros. A la salida de la visita, aprovechando el sol y la hora
del aperitivo, nos tomamos en la misma plaza un Aperol. Aprovechamos después
para comer unos paninis de pan “sciocco”, típico de Florencia antes de subir a
uno de los miradores más famosos de la ciudad, visitando primero la iglesia
de San Miniato al Monte. La iglesia es muy bonita, de visita gratis y casi sin
turismo y tiene una especie de terraza delante y otra escalinata desde donde
hay unas vistas aún más panorámicas de la ciudad que desde el
propio mirador de la Piazzale Michelangelo al que después bajamos. Tras disfrutar
de unas magníficas vistas de la ciudad, con la cúpula de la catedral presente
en todo momento, volvemos caminando al centro, pasando de nuevo por el Ponte
Vecchio, Piazza de la Signoria, etc hasta el alojamiento donde recogemos nuestras
maletas, cogemos un taxi y nos vamos al aeropuerto. Salida del vuelo de Iberia
a las 20:30 con llegada a Madrid a las 23:00 tras haber aprovechado 3 estupendos
días en La Toscana.