domingo, 20 de agosto de 2017

RUMANÍA EN 10 DÍAS

DÍA 1 y 2

El viaje comienza con nuestra quedada en la T1 del aeropuerto de Madrid a las 20:00 h para facturar y pasar el control de pasaportes. Antes de embarcar, cenamos y ya después despegamos rumbo a Bucarest según la hora prevista de las 22:15 con la aerolínea rumana Tarom. El viaje durante la noche, lo realizamos en un Boing bastante nuevo y en el que tratamos de dormir algo pero apenas lo conseguimos. A Bucarest llegamos a las 2:30 h de la mañana hora local (en Rumanía es 1 hora más que en España) y recogemos las maletas. Allí, a la salida del control de pasaportes, hemos quedado con el señor de la agencia Klass Wagen con la que hemos alquilado el coche, pero decidimos no recogerlo y pasar el resto de la noche en el aeropuerto entre algún que otro café, coca cola, juego y esperar hasta que amanezca. Para hoy no habíamos reservado hotel ya que pensábamos que íbamos a llegar más tarde y además entre recogida de maletas y coche se nos iba a haber hecho casi de día. Recogemos nuestro coche de alquiler y la primera en la frente, ya que nos convencen de añadir un seguro adicional al que ya teníamos de a todo riesgo para una mayor seguridad y cobertura. Ponemos rumbo al centro de Bucarest donde está nuestro hotel, el Volo Hotel, y aunque no nos dejan hacer el check in a estas horas, dejamos las maletas en consigna y dormimos un rato en el sofá del hall. Sobre las 8 de la mañana vamos hacia el Old Town de Bucarest y desayunamos en el Hotel The Mansion. A las 10:30 h nos unimos al free tour en inglés en la Plaza Unirii y durante 2,5 hors recorremos: la Biserica Curtea Veche,  la Hanul Manuc, la Iglesia de Stravo-poleos, calle Lipscani, Iglesia de San Nicolás, Caja de Ahorros, etc. Nada más terminar el free tour nos vamos andando hasta el Parlamento, el más grande del mundo comenzado en 1983 y que aún hoy está sin concluir. La visita la hacemos en inglés en grupo numeroso con guía y las lujosas salas que visitamos durante 1,5 horas sólo representan el 5% del total del edificio. Nuestra entrada incluía además la visita al sótano. Tras la bajada al sótano, no encontramos demasiada explicación a por qué incluyen esta estancia en la visita. Desde el Parlamento, con calor en la calle, cogemos un taxi que nos lleva hasta Caru Cu Bere, uno de los restaurantes más típicos de Bucarest. Después de comer nos vamos al hotel a darnos una ducha y descansar un rato antes de volver a la calle, coger el coche e ir hasta el parque Parcul Herastrau a pasear y terminar allí la tarde hasta volver al hotel a cenar. 




  

DÍA 3


Tras desayunar en el hotel, cogemos el coche por la carretera A1 dirección norte, aunque ésta deja de ser doble pronto para convertirse en una carretera, la 7C, de un carril en la que comenzamos a ver parte de la pobreza y caos rumano en casas, carretera, gentes, etc. Nos paramos en uno de los tantos puestos de peras de la carretera para comprar unas pocas y comérnoslas allí mismo. Nuestra primera parada la hacemos para visitar el Castillo de Poienari dejando el coche aparcado en el camping que hay abajo y subiendo 1480 escalones hasta llegar a la entrada del castillo. Del castillo, que está derruido, destacan más las vistas del inicio de los Cárpatos, que el propio castillo en sí. Continuamos viaje pasando, pero sin pararnos, por la Presa de Vidrau y seguimos camino por una carretera llena de coches parados en la cuneta, y familias haciendo barbacoas y picnics con un infinito atasco. Las vistas de la carretera de Transfagaran son realmente bonitas pero impresiona y agota el atasco tan grande que hay y la gran cantidad de suciedad de las cunetas. Como el tiempo se nos echa encima, nos comemos los bocatas que habíamos comprado por la mañana en una gasolinera, en el propio coche y llegar hasta el Lago Balea a unos 50 km, nos lleva más de 4 h. Un caos de tráfico y carretera con peleas y hasta concierto de claxons incluidos. Al otro lado del túnel, una intensa niebla, muchos puestos de mazorcas y souvenirs y un aparcamiento abarrotado. El Lago Balea aparece con la niebla de fondo muy bonito el reflejo y hacemos una pequeña caminata para ver la carretera desde arriba con lluvia incluida. Cogemos de nuevo el coche y una fuerte tormenta nos cae sobre toda la carretera de bajada. Pero si creíamos que ya lo habíamos visto todo con respecto a los atascos, nos quedaba aún lo peor. Las fuertes lluvias han desbordado el río y tirado árboles en la carretera que llega a Sibiu y eso ha hecho que la carretera se haya cortado. Tenemos 2 horas de retención, gentes bajadas del coche y nosotros intentando preguntar qué soluciones pueden darnos los lugareños para llegar por otra carretera a Sibiu. Llegamos incluso a bajarnos a cenar a un restaurante (Castel 2000) pero éste nos da un poco de asco y decidimos marcharnos. Llegamos por fin a nuestro alojamiento a Sibiu a las 23:30, y tras hacer el check in nos vamos a cenar al mc donalds 24h que es lo único que queda ya abierto. 




 

DÍA 4


Hemos quedado hoy con una guía privada que traíamos ya contratada, a las 9:00h. Durante 1 hora nos explica y recorremos con ella los principales puntos del centro de Sibiu. Es ésta una ciudad cuyo centro histórico bien podríamos situar en cualquier país centro europeo. Mucha influencia también germánica en sus calles y edificios. Al finalizar la visita guiada, hemos entrado a la catedral ortodoxa, a la luterana y a la católica y subido a la torre de la luterana desde donde se aprecian unas bonitas vistas de la ciudad. Hemos recogido nuestro coche y puesto rumbo a la ciudad fortificada de Alba Iulia también con un centro histórico cuidado y bonito con iglesia ortodoxa y católica. Comemos en una de las terrazas de su calle principal unos típicos panes con crema y queso llamados langos y el dulce típico de kurtoskalacs (las chimeneas para nosotros) de masa con azúcar y frutos secos. Desde aquí nos hemos ido hasta las Minas de Sal de Turda. Para visitarlas hemos descendido y ascendido cientos de escalones, pues la opción de usar el ascensor requería tener que esperar mucha cola. El interior de la mina, sin duda curioso, aunque lo han convertido casi en una feria, con noria, mesas de ping pong, mini golf, etc que poco pegan en el lugar y hasta le quitan encanto. Cogemos el coche y nos marchamos hasta la ciudad de Cluj-Napoca, la segunda más grande del país y la cual visitamos paseando por el centro hasta la hora de cenar en el restaurante Boema. Después nos queda 1 hora de viaje hasta nuestro hotel en Dej camino ya de nuestro destino de mañana. Pero faltaba la anécdota del día y a la llegada al hotel, nos encontramos con la puerta cerrada. Son más de las 23:00, hora en la que cierra, y el teléfono que han dejado de contacto no nos lo coge nadie. Llamamos a booking y tampoco nos dan una solución y en Dej no hay más alojamientos disponibles. Por fin, y tras más de media hora, sale una señora y acogemos el alojamiento con la emoción de tener donde dormir hoy.




DÍA 5


Amanecemos nada pronto hoy. De hecho, hasta el desayuno lo hemos hecho fuera de horario pues era hasta las 9:30 y hemos bajado a la 10:00. Yo diría que la señora del hotel con tal de que nos fuéramos ya, nos ha dejado desayunar. Nos introducimos hoy en la Rumanía más profunda, haciendo una primera parada en el lidl de la ciudad de Targus Lapus para comprar comida, cena y desayuno por si la civilización nos abandona en las próximas 24 horas. Nos dirigimos al norte, próximos a la frontera con Ucrania en la región de Maramures para hacer la ruta de las puertas e iglesias greco-católicas de madera. La carretera bastante auténtica, con un paisaje lleno de heno secándose al sol en montones que parecen cabañas, carros de burros, y señoras con los pañuelos en la cabeza. Nuestra primera parada la hacemos en Roguz, cuya iglesia está cerrada porque es festivo y el teléfono de contacto que han dejado para que les llames y te habrán, no lo cogen. Continuamos hasta la siguiente, la iglesia de San Nicolás en Budesti-Susani, no sólo antigua y bonita la iglesia, sino también el hombre que estaba a su cuidado que nos ha recibido con el sombrero típico de la zona. Por dentro frescos con representaciones religiosas, madera, cuadros y alfombras, además de un frescor muy agradable. Nuestra siguiente parada en Budesti - Josani, en la iglesia también llamada de de San Nicolás. Aquí, además de visitar la iglesia también aprovechamos para comer en mitad del pueblo nuestros bocatas y pasar a un bar lleno sólo de hombres, muy rural y auténticamente local para comprar bebidas. Seguimos nuestra ruta hasta el complejo del monasterio de Barsana, con monjas, más turistas que en las otras pero muy cuidado con flores, césped y senderitos. Continuamos hasta Rozavlea, también del mismo estilo y con el cementerio que se atraviesa hasta llegar a la entrada. De ahí a Ieud, a la Basilica de Deal Ieud, a la que ya hemos llegado pasadas las 6 de la tarde, hora a la que la cierran, pero había otra en Ieud, la de Ses que sí estaba abierta y que había incluso monjas rezando en su interior que ha sido curioso ver sobre todo por sus hábitos. Además, las vistas del campo desde ésta son muy bonitas. Para cerrar el día visitamos la basílica de San Nicolas en Bogdan Vida antes de ir hasta nuestro alojamiento en casa Simon en mitad de la nada.



                    

DÍA 6


Abandonamos Casa Simon para dirigirnos a la zona de Bucovina, donde se encuentran los monasterios que vamos a visitar hoy. La distancia hasta el primero de ellos, el Monasterio Moldovita, es de 150 km, sin embargo, toda la carretera está en obras y el trayecto nos lleva más de 4 horas de coche por una carretera prácticamente intransitable y llena de semáforos que sólo dejan pasar a los coches en una dirección. Además, durante el camino hemos encontrado varios asentamientos de familias gitanas nómadas y pocos pueblos. Llegamos sobre las 13:00 h al Monasterio Moldovita, característico, al igual que los otros que visitamos hoy, por las pinturas de sus paredes externas. En el interior, representaciones del Nuevo Testamento y como en todas las iglesias, con estilo horror vacui, es decir, miedo a los espacios vacíos. Tenía la muralla con los edificios adosados bonitos con las dependencias monásticas adheridas y en la pared de la muralla tiene el museo. A la entrada nos tenemos que poner una falda larga verde que nos dan por llevar pantalón corto tanto hombres como mujeres. A la salida paramos en un supermercado a comprar pero cae una fuerte tormenta y se va la luz del mismo justo a la hora de ir a pagar, así que no le queda otra a la señora que apuntar toda nuestra compra con códigos de barras incluidos a mano. Desde aquí nos vamos hasta el Monasterio de Voronet, famoso por su color azul "Voronet". Con exonarthex cerrado y el juicio final y las 4 etnias representado. La cara sur conserva mejor las pinturas y este color azul característico, pero la cara norte apenas tiene rastro por los fuertes vientos y lluvias que sufre en invierno. También aquí nos toca ponernos falda larga. En el exterior del monasterio, hay muchos puestos de souvenirs en los que sobre todo venden la ropa típica y huevos pintados por todos lados que no hemos conseguido conocer su significado. Nos alojamos en nuestro hotel Voronet Residence y nos vamos a visitar el tercero de los monasterios del día, a unos 20 minutos en coche, el Monasterio Humorului, quizás el más estropeado de los tres por fuera pero por dentro igual de bonito con las mismas representaciones y en el exterior una torre. A la salida nos vamos a cenar a Hidel y volvemos al hotel. Mientras estamos un rato en la terraza del hotel cae una fortísima tormenta. 


          


DÍA 7


Tras el desayuno en el hotel, cogemos camino ya hoy hacia el sur destino a la ciudad de Sighisoara. En nuestro trayecto nos encontramos hoy con bastantes carros tirados por caballos. Hacemos la primera parada en el supermercado lidl de un pueblo grande para abastecernos de la comida de hoy. Y ya turísticamente hablando, nos paramos en el Desfiladero de Bicaz, llamado en rumano Cheile Bicazului. Dejamos el coche en la cuneta, lo habitual en Rumania, y la visita al desfiladero se hace andando por la carretera entre gentes, coches, puestos de souvenirs y bastante suciedad en el cauce el río. Nuestra siguiente parada del día es en el Lago rojo o en rumano Lac Rosu, dentro del Parcul National Cheile Bicazului - Hasmas con gran frondosidad de árboles y un pequeño sendero bordeando el lago que recorremos un rato hasta pararnos en un banco a comer y continuar caminando unos 20 minutos para ver algo más del lago. Nada más aparcar en el primer parking, hemos escogido la orilla derecha, mucho más tranquila que la otra, pues desde nuestro lado, bien podíamos ver la gran cantidad de gente que había en la otra orilla, además de las barcas del lago y juegos para niños. Centrándonos en el lago, de color rojo/rosa ningún síntoma, más bien color verde fuerte, agua clara, patos y altos árboles. Nos marchamos del lago sobre las 16:00 y pasamos del paisaje frondoso de árboles al de viñedos. Llegamos a Sighisoara sobre las 19:00 h. A nuestra llegada tenemos que dejar el coche en la parte de abajo de la ciudadela pues se está celebrando dentro de la misma un festival de danza internacional y no dejan subir coches. Hacemos el check in en Casa krauss y recorremos todo el interior de la ciudadela, destacando la casa donde vivió el padre de Drácula y las escaleras de madera de 1642 que dan acceso a la antigua escuela. Su centro, declarado patrimonio cultural de la Unesco, está perfectamente cuidado y conservado. Cenamos en un restaurante del centro. 

     


     

DÍA 8


Después de desayunar en el hotel de Sighisoara nos vamos hasta Bran, para lo que tardamos 2,5 horas en llegar. Allí se visitamos su castillo tras esperar previamente una cola de unos 30 minutos hasta poder entrar. Ya dentro la visita ha sido un agobio con cientos de visitantes por estancias y pasillos estrechos. A la salida hemos aprovechado para comer en un puesto y ya después marcharnos hasta el castillo de Rasnov, tal vez no tan conocido pero que nos ha parecido más bonito, en lo alto de una colina y desde él con unas vistas verdes preciosas, además de mucha menos gente y más tranquila su visita. Para subir hemos utilizado el trenecito tirado por un tractor y ya la bajada la hemos hecho andando. Cogemos el coche y nos dirigimos a Brasov para hacer primeramente el check in en el hotel y luego unirnos al free tour a las 18:00 para recorrer durante 2,5 h los principales puntos del casco histórico incluida la que dicen es la primera escuela de Rumanía, aunque eso, después de unos días ya en este país, sabemos que es siempre con cierta incertidumbre. Al final del free tour bailamos incluso el grupo un paso de un baile regional. Para cenar, vamos al restaurante Festival 39, situado en la calle peatonal principal que está llena de ambiente y de terrazas.






DÍA 9


Nos levantamos hoy muy pronto para intentar evitar por al menos un día de nuestro viaje por Rumanía el atasco habitual, más aún siendo hoy sábado. Y a las 9:00 ya estábamos en nuestro primer destino del día, Sinaia, en concreto en el telecabina que abría además a esa hora y prácticamente estábamos los primeros. El primero te sube hasta la Cota 1400 y el segundo hasta la Cota 2000. Una pena que no tuviéramos tiempo para hacer una ruta de montaña, pero sólo por las vistas y respirar tranquilidad sin apenas gente arriba, ha merecido la pena. A la bajada, vamos directamente al Palacio de Peles, o también conocido como el palacio de verano de Drácula, otra incertidumbre más, pues parece que Drácula es el personaje con más tirón del país, y todos los castillos y palacios tratan de asociarlos con él, aunque luego descubres que ésto es más bien falso. Desde donde se aparca el coche, las vistas del mismo son muy bonitas para una buena foto del palacio completo y se ve bastante nuevo y cuidado. Para comprar la entrada y para entrar, cómo no, cola de espera. Una vez dentro, hemos ido pasando sala por sala viendo los estilos renacentistas germánicos, con estancias realmente chulas. Eso sí, una vez más, en la organización en espacios comunes, queda demostrado que aún tienen mucho margen de mejora en Rumanía. A la salida, comemos en una terraza allí mismo y después ponemos ya rumbo a nuestro último destino. Antes de llegar al hotel cercano ya al aeropuerto de Bucarest, pasamos por el Monasterio de Dealu en la ciudad de Targoviste que para nada merece la pena visitar y que además hemos visto de esta ciudad al pasar con el coche, un lugar bastante pobre y con rastro de su pasado comunista. Desde aquí hemos parado en Snagov. Para llegar al monasterio, hemos dejado aparcado el coche junto a unas casas de bastante lujo, pero que hasta llegar a ellas, las calles eran el mismo caos rumano que durante todo el viaje, con perros sueltos cruzando por mitad, niños y mayores andando tranquilamente por las cunetas inexistentes, carros tirados por caballos, coches adelantando en línea continua y en curva, etc. Una vez aparcado el coche hemos cruzado a pie la pasarela que une a la isla donde está el monasterio y a la entrada nos han pedido 15 LEI, nos ha parecido caro y nos hemos ido. Sobre la pasarela hemos visto también la riqueza rumana con casas enormes con embarcadero y actividades acuáticas como motos acuáticas. Nos hemos alojado en el hotel y encargado la cena para allí mismo despedirnos de nuestra estancia por Rumanía. 



DÍA 10


Madrugamos y mucho para ir temprano al aeropuerto. Echamos gasolina, dejamos nuestro coche de alquiler y nos llevan hasta la terminal. Si creíamos que ya nos habíamos despedido de las colas en Rumanía nos equivocábamos. Laaarga cola para el control de pasaportes. Embarque a las 8:00 y vuelo de 4 horas con Tarom hasta llegar a la T1 de Madrid sobre las 11:30 h.  

LA BRETAÑA FRANCESA DESDE MADRID EN COCHE EN 8 DÍAS

DÍA 1 (MADRID - BURDEOS) 

Aprovechamos a no gastar un día de vacaciones y salimos de Madrid tras acabar la jornada laboral al mediodía. Atasco a la salida y carretera A1 en marcha hasta Burgos, y de ahí a la frontera con Francia en su paso por Irún. Si no fuera por los carteles en francés y porque empiezas a pagar peajes uno tras otro, ni te das cuenta que estás en otro país. Continuamos camino hasta Burdeos, previa parada en uno de los tantos e impresionantes áreas de servicio de las carreteras francesas a cenar. Burdeos sólo es para nosotros en este viaje ciudad de paso, y por eso vamos directamente a dormir a uno de los hoteles de las afueras. 



DÍA 2 (BURDEOS - RENNES)

Salimos temprano de Burdeos dirección Rennes. Algo más de 500 km de carretera y paramos a comer en un área de servicio monstruoso de la carretera. Nos alojamos en Rennes donde establecemos por tres días nuestro campamento base y directamente nos vamos a visitar primero el pueblo de Vitré, con su pequeño pero bonito y medieval centro histórico, su catedral y sobre todo su castillo que hace a la vez de ayuntamiento. Desde Vitré nos vamos a Fougeres, más grande que el anterior y cuyo castillo se impone en lo alto. Como los días aún son largos, terminamos la tarde en el centro de Rennes cenando Galletes y Crepes tan características de la Bretaña. 




 

DÍA 3 (NORMANDÍA - LE MONT SAINT MICHEL)

Nos dirigimos en el día de hoy como primer destino a la región normanda, concretamemte a las playas del desembarco de Normandía del 6 de junio de 1944 en el llamado día D. Nuestra primera parada la hacemos en Arromanches, pueblo pequeño, en cuya playa aún se conservan los diques construidos para aquel desembarco. En el agua no parece que se bañe demasiada gente y es que los apenas 18 grados que hay, no invitan demasiado a ello. Desde Arromanches nos vamos hasta Port en Bessin, pueblo pesquero con un mirador desde el que se puede ver incluso la playa de Arromanches. Continuamos por la carretera de la costa hasta el cementerio americano enorme y perfectamente cuidado desde donde se ven además unas vistas preciosas de otra de las famosas playas del día D, Omaha beach. De camino paramos en el cementerio alemán en Le Cambe y a comer en un área de servicio y llegamos sobre las 16:00 a la guinda de todo viaje a La Bretaña, Le Mont Saint Michel. Dejamos el coche aparcado en el enorme parking que han habilitado para ello y desde donde se cogen los autobuses que luego te llevan hasta la Abadía. Estos autobuses son gratis pero bien se paga después el parking. Hemos venido a esta hora, pues habíamos previamente chequeado los horarios de la subida de la marea del día de hoy y ésta tendría su punto más alto a las 19:35 h. Así pues, llegando unas 3 horas antes hemos podido ver el avance completo del agua desde varios puntos del "islote" visitando además su abadía en lo alto desde donde se tienen sin duda las mejores vistas. El ruido de la venida del agua y ver cómo se van cubriendo zonas hasta poco antes secas, es realmente un lujo de la naturaleza. A última hora de la tarde cogemos de nuevo el autobús, pagamos el parking y recogemos nuestro coche. Paramos a cenar casi en el primer pueblo nada más salir de Saint Michel dirección Rennes, de nuevo crepes salados y dulces añadiendo hoy una buena cazuela de Moules.



  


DÍA 4 (SAINT MALO Y ALREDEDORES)

Nuestra primera parada del día nos lleva hasta el pueblo de Dol en Bretagne. Allí hay una bonita catedral que descartamos visitar por dentro al estar celebrándose un funeral en su interior. Desayunamos y damos un paseo por su calle principal. Desde aquí nos vamos hasta  el pueblo pesquero de Cancale famoso sin duda por sus ostras. A la llegada por la carretera de la costa presenciamos una marea muy baja y con el día despejado que hay hoy hasta se puede divisar el Mont Saint Michel. A Candale viene muy bien llegar a la hora del aperitivo como ha sido nuestro caso, ya que allí en uno de los puestos del puerto es típico comprar ostras por docenas a muy buen precio, y comerlas junto al mar tirando sus conchas directamente al mar. El sabor riquísimo, el precio muy bueno y el lugar para comerlas, inmejorable. Desde aquí nos marchamos hasta la ciudad medieval de Dinan donde un largo paseo por sus calles y su ambiente bien merecen la pena. Nos vamos después a la playa, por decir algo, de Dinard. Y es que playa buena tienen un rato pero a pesar del sol que hay hoy,  tenemos 18 grados de temperatura y un vientecillo frío que incluso hace que duremos muy poco tumbados en la toalla o paseando. Dejamos para el final la otra joya de la corona de todo viaje a la Bretaña, Saint Malo. Su puerto, las olas rompiendo y sobre todo su ciudad amurallada, con su ambiente de restaurantes, músicos y puestos callejeros (incluso me atrevería a decir que demasiados, pues rompen la estética de la ciudad y le quitan muchas vistas), la convierten en sin duda paso obligatorio. En el mismo Saint Malo cenamos por supuesto Moules, cada día la cazuela es más grande, y Galletes. 






              


DÍA 5 (QUIMPER Y ALREDEDORES)

Dejamos nuestro hotel de Rennes para dirigirnos hacia el oeste de la Bretaña. Se acabó el buen tiempo, y es que estaba durando demasiado. No ha parado en toda la noche de llover y así sigue durante toda la carretera hasta nuestra primera parada en Moncontour. Aquí nos encontramos con un precioso pueblo de apenas 1000 habitantes, no sólo perfectamente conservado sino también acondicionado de flores, y adornos. Desde aquí nos dirigimos a Saint Brieuc, que no nos ha llamado nada la atención sobre todo después de ver Moncontour. Y es que es más bien un pueblo grande con una catedral bonita pero poco más encanto. Dejamos atrás Saint Brieuc y continuamos por la carretera del mar hasta llegar a lo que se llama la Costa Rosa, con Perros Guirec como pueblo grande. Es claramente lugar de veraneo. Seguimos hasta Ploumanach, donde en la propia carretera te encuentras con un mirador y después un aparcamiento para iniciar desde él un recorrido por un sendero. Aquí dejamos el coche y aprovechamos para comer y recorrer el sendero y ver que realmente el reflejo del agua azul y las rocas rosadas hacen del lugar un bonito y original paisaje. Nuestro siguiente destino es Locronan. A la entrada de este pequeño pueblo se debe dejar el coche, pues todo su interior es peatonal o sólo para residentes. Bonita su antiquísima iglesia y precioso pasear por un pueblecito que tan bien ha sabido cuidar y mantener su encanto. Sus casas de piedra y sus ventanas de colores siempre con hortensias, geranios o cualquier otra variedad de flores. A pesar de la gran cantidad de turismo, el hecho de que no haya coches hacen que en él se respire además tranquilidad. Para acabar el día nos vamos hasta Quimper, donde paseamos por el centro alrededor de su inmensa catedral hasta la hora de cenar en una de sus abundantes creperies y alojarnos después en las afueras de la ciudad. 









DÍA 6 (QUIMPER - VANNES)

Amanece lloviendo en Quimper y con apenas 15 grados de temperatura en pleno agosto. Nuestro primer destino es el cercano pueblo de Concarneau. Ciudad amurallada en la que hay que dejar los coches en el parking de fuera y después pasear por el interior y su muralla desde la que se divisa el puerto de nuevo hoy con marea baja. Tras un paseo cogemos de nuevo el coche y vamos hasta Carnac, conjunto histórico de menhires. Estas lápidas funerarias milenarias en vertical, que es lo que son los menhires, hacen un alineamiento perfecto y las de Carnac se pueden ver perfectamente desde la valla exterior. Hay dos formas de ver este tipo de lugares, o bien interpretándolo como simples piedras o bien apreciando su valor histórico, cada uno a su interpretación y gusto. Lo cierto es que es lugar de visita casi obligatorio en la Bretaña, de ahí la gran cantidad de turistas que había, pero en el que nosotros hemos dado la vuelta rápido. Continuamos viaje hacia Josselin, famoso pueblo por su castillo, que al ser privado sólo se puede visitar de 2 p.m. a 6 p.m. y siempre en grupo con guía. Nos hemos unido después de comer al grupo de español de las 15:45 y antes hemos hecho tiempo paseando por el pueblo que también tiene su encanto y las vistas del castillo en pleno centro del pueblo, son verdaderamente bonitas. La visita un poco timo bajo mi punto de vista, más de 9 € por apenas ver cinco habitaciones y una guía en español cuyo nivel del idioma desde luego no era para hacer una visita guiada a nadie. Dejamos atrás Josselin con fuerte lluvia y nos dirigimos hasta el pueblecito de Rochefort en Terre, en el que también hay que dejar el coche en un parking fuera y recorrer ya sin lluvia a pie el precioso y coqueto pueblo lleno de casas de piedra perfectamente cuidadas, geranios, pozos y hasta un castillo en lo alto. Al final de la tarde llegamos a la ciudad de Vannes, en cuya catedral está enterrado el valenciano San Vicente Ferrer y cuyo centro histórico está lleno de casas medievales muy bien conservadas. Allí hemos cenado para variar crepes, la complete salada y la de sucre dulce, las más tradicionales y pensando que nuestro hotel lo habíamos cogido a las afueras de Vannes, sorpresa cuando hemos puesto la dirección en google y nos dice que está a 50 km de Vannes, dirección Josselin y que obviamente a estas horas ya no tiene cancelación gratuita. Paciencia y tranquilidad de viaje a las 22:00 de la noche y como todo error puede tener su recompensa, el nuestro sin duda lo ha tenido. A la llegada a nuestro alojamiento ya de noche y de nuevo con lluvia, primero nos metemos por error en la casa de una granja de donde salen dos señoras que nos indican que nos hemos equivocado y que el hotel es 100 m más adelante. A la llegada a Monoir Desnachez nos encontramos con un hotel que es una casa de piedra antigua, preciosa, con una decoración antigua exquisita y una habitación perfecta. Lugar magnífico para pasar la noche, que afortunadamente no vimos a tiempo para anular y disfrutamos del lugar. 







DÍA 7 (VANNES - BURDEOS)

Al levantarnos nos recibe un sol espléndido hoy y nos espera en el salón-comedor de la casa un riquísimo desayuno casero. Se comparte mesa con otros huéspedes en lo que hace del sitio, un lugar aún más familiar. Sus dos dueños atentos en todo momento. Cogemos el coche y ponemos rumbo al sur avanzando en el camino de vuelta a casa. Unas cinco horas de viaje hasta nuestro destino de hoy, las Dunas de Pilat y Arcachon. A la llegada a La Duna de Pilat, dejamos el coche en la cuneta de la carretera junto a un camping, donde está todo lleno de coches. Tras andar apenas 200 m nos encontramos ante la mayor duna del continente europeo con unos 100 m de altura de media. Puedes subirla pasito a pasito por la arena o bien hasta la mitad por unas escaleras de metal habilitadas para ello. Subir hasta la cresta cuesta más de lo que parece y al llegar arriba nos encontramos con explanada de arena hasta chocar con el mar y un fortísimo viento que hace que la arena te pegue fuerte en el cuerpo y pique. La bajada mucho más cómoda e incluso dejándote caer, arrastrar o bajarla corriendo es lo que hace la mayoría de la gente. Desde Pilat nos vamos al pueblo costero de Arcachon, lugar de veraneo, y playa sin apenas bañistas del frío que hace. Aquí cenamos moules frites y crepes dulces antes de regresar a dormir a las afueras de Burdeos sur para estar ya cerca mañana de la carretera hacia España. 








DÍA 8 (BURDEOS - MADRID)

Carretera en marcha temprano para evitar los grandes atascos franceses y de nuevo avance de km pagando peaje tras peaje. Paso de la frontera sin inmutarse y llegada a Madrid al mediodía.