DÍA I y II:
No hago distinción de estos dos días porque en realidad no se donde hemos pasado la noche, tras un largo e infinito viaje hasta Bangkok. Salimos el 31 de julio por la mañana de la T4 de Barajas con Iberia dirección a nuestra primera escala en Dusseldorf, a donde llegamos tras dos horas de vuelo. Como hasta el siguiente vuelo con destino a Abu Dhabi, tenemos 9 horas, aprovechamos para salir del aeropuerto y visitar la ciudad alemana a orillas del Rin donde acabamos comiendo.Volvemos al aeropuerto y cogemos el siguiente vuelo , este de 6 horas hasta Abu Dhabi, donde llegamos tras un anochecer y un amanecer incluidos. La verdad es que las vistas desde el avión de Air Berlín en el que volvamos son curiosas con tantísimo desierto de por medio.Tras dos horas de escala, cogemos nuestro último vuelo de la compañía Etihad, muy buena, por cierto, y llegamos a Bangkok después de otras 6 horas de viaje. A la llegada a Bangkok, nos espera una larguísima cola para el control de pasaportes, cambio de moneda y recogida de maletas, en total más de 1 hora hasta que por fin cogemos un taxi y con taxímetro, cosa que según hemos leído es bastante anormal, llegamos a nuestro hotel, el hotel Narai en Silom Road. Después ya sólo nos quedan fuerzas para conocer el famoso mercado nocturno de Patpong, muy cerquita andando y comprar algo de comida para no sabemos muy bien si cenar, comer o desayunar, en fin, qué es lo que nos toca.DÍA III:
Las 10:45!!
Nos hemás quedado dormidos!! Vale, no es muy tarde, pero para los horarios de este país sí lo es. Bueno digamos que puede llegar a ser lo lógico por
el cambio horario y por el larguísimo viaje de ayer. Salimos a la puerta del
hotel y los primeros regateos nos esperan con los taxis allí mismo. Sobra decir
que nunca sabrás si cierras un buen precio o no. Queríamos ir al Gran Palacio,
pero se empeña el taxista en llevarnos a uno de los pier no lejos del hotel
para que cojamos un barco y una vez alli ya no hay escapatoria. Cogemos un
barco que nos lleva hasta Wat Arun, bastante apropiado para empezar con los ambientes de los palacios tais.
Visitamos Wat Arun y en treinta minutos, tiempo suficiente, nos espera de nuevo
nuestro barco particular para cruzarnos hasta la otra orilla del río donde ya
podemos visitar Wat Phra primero y después la riqueza va en incremento con la
visita al Gran Palacio. Antes ya nos habían intentado timar, un hombre
diciéndonos que este estaba ya cerrado pero que él nos llevaba en su tuk tuk a
otra zona turística, todo mentira pues el Gran Palacio si estaba hoy abierto.
Más de dos horas visitando el Gran Palacio y desde ahí andando hasta el mercado
de Khao San, más barato que el de Patpong. Hemos comido en un restaurante de
este mercado pero al menos ya hemos aprendido que donde mejor se puede comer en
este tipo de sitios es de puestos de la calle. Allí pasamos la tarde, cenamos y
volvemos al hotel a descansar antes de volver a dar una vuelta nocturna por el
mercado de Patpong.
DÍA IV:
Recargamos
las pilas comenzando el dia con un buen desayuno en el hotel. A las 9:00 nos
esperaba el mismo taxista que ayer nos había llevado hasta el embarcadero y con
el que ya habíamos cerrado el precio para que hoy nos llevara a Ayutthaya, a
unos 80 km al norte de Bangkok y allí nos moviera de uno a otro palacio y sin
un horario fijo nos devolviera al hotel.Tras una hora por la highway como les
encanta decir a ellos, y con bastante tráfico no se si por ser sábado o por ser
algo habitual en Bangkok llegamos a Ayutthaya. Nos deja en el primer palacio,
el de Wihaan Mongkhon Bophit, después nos lleva hasta el de Wat Phramahathat,
famoso por sus Budas de las cabezas cortadas y sobre todo por su Buda en las
raíces de un árbol donde algo curioso
nos ha ocurrido y es que al ir a hacernos una foto de pie, un guardia de
seguridad nos ha pedido agacharnos, pues nunca nadie puede estar por encima de
Buda. Después hemos visitado Wat Ratburana, con muchos menos turistas que el
anterior por último el Wat Phra Si Sanphet, que ya simplemente hemos visto
desde fuera pues al final visto uno , vistos todos, mismas edificaciones, misma
cultura, eso sí muy distinto a lo visto ayer. De nuevo nos esperaba nuestro
taxi particular y vuelta en una hora a Bangkok donde llegabamos a las 14:00.
Hemos comido comida tai en un centro comercial junto al hotel. Después de una
hora de "siesta" que ha coincidido justo cuando se ha puesto a llover
sin parar, nos hemos puesto otra vez en marcha camino del famoso mercado MBK,
eso sí sí, sin dejar de llover, parecía que el ambiente ni se refrescaba
siquiera. Hemos ido en el tren desde la estación de chong nonsi hasta la del
nacional stadium y la propia estación te lleva hasta dentro del MBK, puestos y
más puestos donde puedes encontrar desde ropa hasta electrónica, pasando por
puestos de comida, zapatos, jabones, figuritas, etc, eso sí sí te quieres
llevar verdaderas gangas te tienes que currar el regateo. Hemos cenado allí mismo en un fast food de comida tai y
vuelta al hotel en taxi.
DÍA V:
Empezamos el día con la intención de ir a visitar un mercado flotante y, aunque en principio habíamás descartado ir hasta el más conocido, el de Damnoen Sadoak, el taxista que cogemos a la puerta del hotel nos dice que el nos lleva al de Amphawa, que está más cerca y es más barato, sin embargo a lo largo del camino empiezo a ver que nos está llevando al de Damnoen así al menos lo indican los carteles que consigo leer en letra cristiana, y al final resulta que nos para en un embarcadero en el que seguro que se llevará una buena comisión y estamos efectivamente en el de Sadoak, según el taxista porque el otro cierra por las mañana, está claro que es mentira, así que ya no nos queda otra que pagar los 1500 baths por persona y realizar esta excursión, eso sí muy bonita, interesante y original pero con un poco de cabreo no ya por lo que hemos pagado que seguramente merezca la pena sino por habernos sentido engañados una vez más. La excursión consiste en llevarnos entre canales hasta llegar al verdadero mercado flotante donde cada uno vende lo que puede desde su barca, en total el paseo es de 1,5 horas y vuelta en taxi otra hora hasta el hotel. Menos mal que al menos hoy el taxi si lo sacamos a buen precio. Descansamos un poco en el hotel y salimos después dirección al parque Lumpini no muy lejos de nuestro hotel así que a pesar de la insistencia de los tuk tuk y taxista a llevarnos donde sea, vamos andando. En el parque hoy debía celebrarse alguna reivindicación pues estaba lleno de gente en plan manifestación. Desde ahí cogemos el metro hasta la estación de Hua Lumpung, y andando visitamos el templo de Wat Traimit y desde allí un poco lioso pero al final conseguimos dar con Chinatown. Después de una vuelta entre gente, puestos, olores, etc, cogemos un tuk tuk y vuelta al hotel. El resto de la tarde la pasamos en la piscina del hotel y al final salimos a cenar a Silom Village un restaurante Tai con muy buena pinta no lejos del hotelDÍA VI:
Comienza
el día muy temprano pues cogemos un avión con destino a Chiang Mai a las 10:20
con airasia. Puntuales llegamos a las 11:45 al aeropuerto de Chiang Mai, da
gusto en aeropuertos pequeños cómo va todo mucho más rápido. En el aeropuerto
cogemos un taxi y camino del hotel Centara. Tras alojarnos, que entre unas
cosas y otras siempre lleva su tiempo, salimos a visitar el centro de la ciudad
y rápido descubrimos cómo a pesar de estar en la segunda ciudad más grande de
Tailandia nada tiene que ver con el bullicio y los agobios de Bangkok, más bien
al revés, te sientes relajado, y con mucha calma, eso sí con un calor insoportable
aquí también. Lo que hay que visitar no tiene mucha pérdida, destaca sin duda
el Wat Phra Singh, su templo más grande, pero después de vistos los de Bangkok,
si fuera por esto no mercería la pena venir a esta ciudad. Durante el recorrido
te vas encontrando constantemente con ofertas de agencias para hacer tours y
por supuesto con puestos de masajes, mucho más baratos que en Bangkok.
Contratamos una excursión de elefantes para mañana, uno de los típicos paquetes
que te ofrecen por igual en todas las agencias, es cuestión de decidirse a
comprar uno, no se regatean estos precios así que eso de partida significa que
los que venden tratan de sacar su negocio pero sin tanto agobio. También
durante nuestro recorrido por la ciudad nos tomamos un batido de mango muy
rico! Después, comida junto al hotel y tarde de piscina hasta que llega la hora
de darnos un buen masaje tailandes de una hora, cena y paseo con compras por el
famoso night bazar de Chang Mai.
DÍA VII:
Después de
un buen desayuno en el hotel bajamos al lobby del mismo donde habíamos
acordado con la agencia ayer que nos recogerian hoy a las 8:30 para hacer la
excursión de los elefantes y algo más. Tras algo más de una hora llegábamos al
destino, ya en la selva/montaña y nos disponíamos a hacer nuestra primera
actividad, la de montar en barcas de bambú recorriendo un río, pues bien a
pesar de haber preguntado al guía si nos ibamos
a mojar y era necesario llevar el bikini insistía en que no, y a la
primera de cambio el bambú se hundía y
hemos acabado calados de pies a cabeza, si a eso además le añadimos que nuestra
barca se ha deshecho y cada uno de los troncos de bambú por los que estaba
formada se han desperdiciado, pues imagínate. La siguiente actividad consistía
en montar en elefantes y dar un paseo con ellos de una media hora, algo sin
duda novedoso para nosotros y poderlos tocar es interesante. De ahí directos a
comer en unos chiringuitos por decir algo que se han montado en mitad de la
carretera y por supuesto arroz, verduras y fruta, pero que no estaban mal.
Después de comer, hemos hecho la
actividad de trecking por arrozales, y verdosidad a tope hasta llegar a una
cascada donde te podías bañar. A la vuelta y ya casi llegando a la van de la
excursión, ha empezado a llover y así ha sido todo el camino de vuelta, así que
al menos no nos podemos quejar porque durante el día nos ha respetado y hemos
tenido suerte. A la llegada, una ducha, un masaje esta noche de pies y
espalda, cena y salida por el night bazar.
DÍA VIII:
Como hoy
no volamos a Phuket hasta las 22:45 horas decidimos después de levantarnos y
desayunar tranquilamente ir hasta Doi Sutep,
un templo que hay en la montaña a unos 20 km de la ciudad. Como siempre
el tema del transporte entre manos, preguntamos a la puerta del hotel a un taxi
cuanto nos cobra por subir y nos dice que 200 cada uno sólo por subirnos. Como
nos parece caro directamente ni regateamos pero entonces se nos acerca un tuk
tuk y nos pregunta a donde queremos ir, el nos dice que los tuk tuk no suben
hasta allí pero que nos puede llevar hasta la estación de minibuses como ellos los llaman, pero que no dejan de
ser furgonetas compartidas y que e desde allí nos pueden subir. Nos juntamos 7
personas y nos vamos juntos hasta Dio Sutep. Ya arriba comienza una lluvia
intensisima, eso sí nada de calor y por supuesto para visitar los templos, todo
el mundo descalzo. Nos espera nuestro conductor a la puerta a la 1 p.m. y nos baja
hasta Chiang Mai de nuevo. Damos antes de comer una vuelta por el centro viendo
más templos bajo la misma intensa lluvia y nos acercamos de nuevo a la zona del
hotel para comer. La tarde la pasamos entre un buen masaje Thai y una última
vuelta por el night bazar que lo están montando para la noche. Después,
recogida de maletas y de nuevo al aeropuerto camino de Phuket donde llegamos a la 1 de la mañana después de
dos horas de vuelo con bastantes turbulencias. A la salida, y bajo una intensa
lluvia que también nos acompaña a nuestra llegada a la isla, llega la hora de coger
una van compartida, y claro llega el caos, al menos no hay que regatear el
precio, que eso ya de primeras supone un alivio. El viaje hasta nuestro hotel dura algo más de una hora, primero porque
está lejos, segundo porque te paran a mitad del camino para preguntarnos cada
uno la dirección de nuestro hotel y ya de paso intentar vendernos una excursión,
a las 2 de la mañana!!,
DÍA IX:
Nos
levantamos en Phuket, y la primera impresión parece no ser las playas que nos
habíamos imaginado pues a la salida del hotel está nublado, al menos no llueve,
y la marea está tan alta que no hay playa. Decidimos no quedarnos en la playa
de Karón donde está nuestro hotel, sino irnos hasta la playa de Patong en un
taxi. Este es un pueblo con muchísimo ambiente. Allí nos alquilamos una hamaca,
es imposible empeñarse en poner la toalla en la arena porque eso no da negocio
a la gente, entonces las playas están llenisimas de hamacas. Allí pasamos el
día, incluso nos compramos una pizza y unas bebidas para comer en la misma
playa. También aprovechamos para entre las múltiples agencias de tours que hay,
contratar nuestra excursión para mañana ir a la famosa phi phi . Sobre las 6, aquí en esta época anochece a las 6:30,
recogemos y de nuevo nos vamos para Karon.
DÍA X:
Como bien
hemos aprendido, las excursiones aquí comienzan pronto. Una van nos recoge en
el hotel y nos lleva hasta el embarcadero de Phuket desde donde salía nuestro
speed boat y vaya que si era rápido, pues unido con el fuerte oleaje de hoy,
pegaba botes y en la casi una hora que duraba el trayecto medio barco ya iba
mareado. Primero nos han dejado en alta mar entre las rocas y vegetación de la
primera isla Phi phi leh de aguas cristalinas y ya hemos podido comprobar la
cantidad de gente con la que nos vamos a encontrar en el día de hoy. Sin
embargo, darse aquí un baño es simplemente un lujo. De ahí nos han llevado a
hacer snorkel en las aguas de loh samah bay. Al lado, desde el barco se puede
ver la viking cave un lugar curioso pues hay como un barco vikingo que nos han
contado que de más 200 años y es una zona privada donde vive gente. Después ya
en phi phi comemos y por la tarde nos lleva a una playa de la isla de Khai
nok donde estamos hasta la hora de recogernos. Durante todo el día estaba
incluida las soft drinks y la fruta de piña y sandía. De nuevo vuelta al
embarcadero de Phuket y de aquí en van de nuevo hasta el hotel. Sin pasar por
el hotel hemos ido directos a la playa enfrente de nuestro hotel, la de Karon y
con un oleaje francamente peligroso, pues incluso los lugareños nos avisaban
que sólo hasta las rodillas, nos hemos bañado. Ha sido sentarnos en las
toallas, aquí sí había hoy por la tarde espacio para extenderla, y de pronto
sin darnos cuenta empezar a llover intensisimamente así que toda la playa ha
salido corriendo hacia los hoteles. Por la noche cena en un restaurante de
Karon y batido, y ambiente de puestos en la calle y músicote.
DÍA XI:
Amanece el
día con una lluvia intensisima. Confiando que pronto pasará desayunamos
tranquilamente y viendo que se va la mañana y no apacigua la lluvia como calor
sigue haciendo pues la gente y nosotros también nos bajamos a dar un baño en la
piscina del hotel. Ya ves bañarse bajo agua incesante y sin darte nada de
sensación. Por fin sobre las 12:30 abre y decidimos ir a conocer la playa de
Kata beach. Al llegar, es muy bonita entre vegetación pero para pasar el día no
acaba de convencernos en comparación con la de Karon que tenemos a la puerta
del hotel, así que volvemos. Nos cogemos hamaca y ya bajo un sol que quema
pasamos el resto del día comiendo incluso pizza en la playa. Las olas hoy
también son enormes y sobre todo con mucha fuerza te arrastran y hay en esta
playa también zonas donde tienen impedido el baño por las fuertes corrientes
que en ellas se producen. Al final de la tarde la gente se encuentra de nuevo
en la playa para ver la puesta de sol. Ayer nos habíamos quedado con las ganas
de cenar en uno de los chiringuitos que encuentran por Karon y te asan en el
momento los pinchos que quieras y tienes variedad de buenos pescados recién cogidos a elegir entre los que haya. Así
hemos cenado un enorme atún y pinchos variados de pollo, sepia, gambas,
ranas, etc. Después por supuesto nuestro batido de mango. Ése que no falte!
DÍA XII:
Hoy toca
traslado de nuevo a Bangkok, para empezar nuestro camino de vuelta. Se levanta
un día bastante soleado, así que el tiempo hasta que nos marchamos al
aeropuerto, lo pasamos en la piscina del hotel. A las 13:00 horas cogemos una
van hacia el aeropuerto y menos mal que hemos ido con tiempo pues hay obras en
la carretera y hemos tardado algo más de una hora en llegar, luego el
aeropuerto de Phuket también estaba lleno de gente y hacer el check in nos ha
costado lo suyo. Vuelo de hora y media hasta Bangkok y después taxi hasta el
hotel Narai de nuevo. Poco da más de sí la tarde y lo único que hacemos ya es
cenar y dar una vuelta por el mercado de Patpong. A la vuelta hacia el hotel
caminando, nos pilla muy cerca, cae el diluvio universal y en cosa de 5 minutos
conseguimos llegar callados a la habitación del hotel.
DÍA XIII:
Día de
tránsito en Bangkok en el que podemos aprovechar toda la mañana y lo hacemos
comprando las últimas cosas en el MBK y gastado los últimos baths. Así que
despedimos Tailandia al ritmo del regateo, muy auténtico. Después vuelta al
hotel en tuk tuk y camino del aeropuerto . Cogemos el primero de los aviones a
las 20:30 camino de Abu Dhabi.
DÍA IVX:
Ya en día
13, al menos por hora de Abu Dhabi, llegamos a su aeropuerto a media noche y
de nuevo otro vuelo a las 3 de la mañana destino Dusseldorf donde
llegamos ya hora alemana a las 7:30 de la mañana. Espera en el aeropuerto hasta
las 12:00 y llegada a Madrid.