DÍA 1
Salida del avión con destino a Venecia a las 17:00 h con 30
minutos de retraso desde la T2 de Barajas. Antes ya habíamos facturado nuestras
maletas con Air Europa y comido una vez pasado el control del aeropuerto.
Llegamos a la ciudad de Mestre donde se encuentra el aeropuerto de Venecia
(Marco Polo) a las 19:00 h y desde aquí un autobús hasta la estación de tren
donde está nuestro hotel que se ve renovado y decorado modernamente. Nos
alojamos y salimos a cenar a una cafetería junto a la estación por supuesto
pasta.
DÍA 2
Nos levantamos en Venecia (Mestre). Lo primero, caminamos
hasta la estación de tren y aquí ya compramos los billetes de ida y vuelta a
Venecia y aprovechamos para comprar también los de Trieste de mañana. En el
tren, apenas 10 minutos hasta la estación de tren Sta. Lucía en el barrio
veneciano de Cannaregio y desde ahí caminando hasta la plaza de San Marcos, con
mucho turismo, góndolas, puentes y canales. Cerramos la mañana comiendo pizza
en una de las callejuelas que salen de la plaza con la sorpresa de que el
precio de las pizzas se puede considerar apropiado pero no así el de las
bebidas ya que por 1 cerveza nos cobran 8 € y por una coca cola 6 € y una
botella de agua 5,5 €!! Después de comer subimos al campanario ya que la vez
anterior que visitamos Venecia no subimos y realmente es desde arriba del mismo
desde donde al ver Venecia casi al completo, te puedes hacer una idea de lo que
es verdaderamente esta ciudad. Muchas casas, todas muy juntas y callejuelas
acuáticas muy estrechas pues ni siquiera desde lo más alto alcanzas a ver los
canales pequeños que bañan Venecia. Caminamos por el puente de la Academia
hasta la iglesia de Sta. Maria de la Salud y vuelta de nuevo hacia San Marcos.
Nos tomamos un helado italiano y esperamos al anochecer para ver la plaza de
San Marcos alumbrada. Ya después cogemos el vaporetto y a través del gran
canal, viendo Venecia de noche llegamos a la estación de tren de nuevo para
volver a Mestre. Compramos algo de comer en la estación y volvemos al hotel.
DÍA 3
Maletas en mano y tras el desayuno, cogemos el tren a las
10:00h camino de Trieste. Casi 2 horas de trayecto hasta llegar a la ciudad
italiana fronteriza con Eslovenia. Nos alojamos en el hotel junto a la estación
de tren y autobuses no sin antes dar una enorme vuelta con las maletas y eso
que el hotel estaba justo en frente. Salimos a comer junto a lo que llaman Gran
Canale y ya desde el principio ves cómo Trieste se podría situar mejor en un
mapa austriaco que italiano por sus edificios y avenidas con la montaña de
fondo. Después de comer visitamos la ciudad eslovena de Piran, vuelta y un par de horitas de playa hasta volver a Italia, Trieste y encontrarnos una ciudad “desierta” del calor que hace, subimos
hasta la catedral y el castillo y cuando bajamos de nuevo a la plaza Unita
d´Italia la ciudad ha cambiado y está llena de ambiente y terrazas llenas de
gente. Nos compramos un helado, paseamos junto al mar y volvemos al hotel para
descansar antes de salir a cenar de nuevo al Gran Canal y de nuevo pasta.
DÍA 4
No madrugamos mucho ya que ayer compramos los billetes para
ir hoy a Opatija a las 13:45h. La oferta no es muy grande, o a las 8:30 o a las
13:45 h. Última vuelta por Trieste antes de coger el bus. Después trayecto de 2
horas pasando por Eslovenia y parando en la frontera entre Eslovenia y Croacia
casi media hora para luego hacer un registro muy rápido. A la llegada a
Opatija, nos alojamos en el hotel y bajamos al paseo marítimo y ya a las 17:00
h comemos en una terraza con unas espléndidas vistas al mar y precios mucho más
baratos que los de España. Es curioso porque aquí las playas son como piscinas
en el mar sin la típicas arena a la que estamos acostumbrados de las playas
españolas. Recorremos parte del paseo marítimo que tiene hasta 12 kms y está
lleno de parques y árboles. Volvemos al hotel porque empieza a chispear y tras
un descanso bajamos de nuevo al paseo y nos comemos una mazorca de los puestos
callejeros para cenar.


DÍA 5
Se levanta el día con una fortísima lluvia y muy nublado,
pero tras el desayuno parece que apacigua algo. Cogemos el bus en Opatija, que
más cerca la parada la verdad es que no nos podía pillar, hasta Rijeka donde
recogemos el coche que ya habíamos alquilado desde España. Sólo por las vistas
desde el bus ya nos hacemos una idea de la ciudad de Rijeka, pobre, con los
edificios destrozados y sin mucho encanto, así que directamente ni nos paramos
y nos dirigimos ya con nuestro Opel Astra hacia Pula. La carretera hasta Pula
no es muy buena, de hecho la están arreglando y pasas por una zona incluso sin
asfaltar. A la llegada a Pula, resulta muy difícil aparcar incluso en los
parkings privados. Lo primero que ves nada más llegar es el anfiteatro romano y
desde él parten las calles peatonales y llenas de chiringuitos playeros
mezclados con los restos romanos de la ciudad. Comemos en uno de ellos y nos
vamos hasta Rovinj. Éste es un pueblo precioso pesquero dando al mar pero con
las casa viejísimas y destrozadas. Será sin duda interesante volver dentro de
20 años y ver este rincón croata completamente reconstruido. Desde Rovinj hasta
Porec, quizás el más bonito y ambientado de los tres pueblos con un animadísimo
paseo marítimo. Desde Porec, volvemos a Opatija donde cenamos en el bistro
pizzería.
DÍA 6
Cambio de planning y hoy nos levantamos algo antes que
otros días para ir hasta Ljubljana en Eslovenia. Antes de visitar la capital,
viajamos hasta el norte a ver la ciudad de Bled. A lo largo de la carretera,
Eslovenia te va recordando a los pueblos y estilos austriacos-alemanes con un
paisaje totalmente verde. Un país quizás desconocido pero realmente
sorprendente. A la llegada a Bled, te recibe un pacífico lago con aguas cristalinas
y con una iglesia y un castillo de fondo. Alquilamos una barca y de nuevo no
demostramos grandes destrezas acuáticas. A la salida de Bled, visitamos Vintgar
Gorge que son unas gargantas donde el sonido del agua y la claridad de la misma
te sitúan en auténtica naturaleza. Volvemos hacia Bled y comemos en un
restaurante estilo Biergarten. Desde allí nos vamos a pasar el resto de la tarde al P.N. de Triglav haciendo un recorrido a pie de unas 2 horas y continuamos camino hacia el sur por el P.N. de Triglav llegando a Kobarid, localidad vinculada a la I G.M. donde cenamos y pasamos la noche.
Tras desayunar vamos a visitar el gran atractivo de Kobarid, las Cascadas de Kozjak y la Cascada de Boka. para después continuar camino hacia el lago Bohinj, el más grande del país y donde antes de comer hacemos excursión de caminata de unos 25 minutos a pie hasta la Cascada Savica. Después de comer, al igual que ya hicimos ayer en el de Bled, alquilamos una barca de pedales para pasar un rato tranquilo disfrutando de las preciosas vistas desde el lago. Desde ahí nos vamos a la capital Ljulbljana que visitamos durante la tarde con subida al castillo incluso andando, pero la ciudad como tal, tampoco da para mucho la verdad. Cenamos y dormimos en la capital eslovena.
DÍA 7
Tras desayunar vamos a visitar el gran atractivo de Kobarid, las Cascadas de Kozjak y la Cascada de Boka. para después continuar camino hacia el lago Bohinj, el más grande del país y donde antes de comer hacemos excursión de caminata de unos 25 minutos a pie hasta la Cascada Savica. Después de comer, al igual que ya hicimos ayer en el de Bled, alquilamos una barca de pedales para pasar un rato tranquilo disfrutando de las preciosas vistas desde el lago. Desde ahí nos vamos a la capital Ljulbljana que visitamos durante la tarde con subida al castillo incluso andando, pero la ciudad como tal, tampoco da para mucho la verdad. Cenamos y dormimos en la capital eslovena.
DÍA 8
Desde Ljulbljana nos vamos hacia el sur del país, cerca de donde empezamos nuestro viaje en Trieste. La primera parada es en Cueva Postojna, parte de la cuál se recorre en tren eléctrico, muy original. Desde aquí nos vamos al Castillo de Predjama, más bonito el lugar en sí donde está enclavado que el propio castillo por dentro. Después, camino ya
de Zagreb a 150 Km aproximadamente con más de 1 hora de parón en la frontera
entre Eslovenia y Croacia con la sorpresa en la salida de Eslovenia que al
entregarle el pasaporte al policía nos dice que no hemos pagado el impuesto de
circulación y que tenemos que parar ahí en medio y bajar a comprarlo en la
misma aduana. Hemos pasado un día en Eslovenia pero el pago mínimo es de 15 €
por el ticket de 1 semana de circulación. En la aduana de Croacia de nuevo unas
enormes colas y sólo 25 km más adelante la capital, Zagreb. Alojamiento y cena
en este buen hotel de la ciudad.
DÍA 9
Visita a la ciudad de Zagreb. Andando desde el hotel hasta
el centro en unos 30 minutos pero casi diría que no merece la pena coger el
tranvía pues vas viendo la ciudad más allá de la zona turística. Edificios
viejos, estropeadísimos, negros y con un toque de ciudad comunista mezclada con
muy escaso tráfico en toda la ciudad incluido el centro. Incluso en la calle
principal de Zagreb Ulica Ilica alargada y con aún muchos escaparates antiguos
sólo se salvan algunas tiendas internacionales como Zara, Mango, etc. El centro
de Zagreb en la plaza Ban con el gran mercado de fruta y flores y la catedral
justo detrás. A las 15:00 h empieza a caer el diluvio universal mientras
tomábamos algo en una terraza junto a la plaza. Nos refugiamos en uno de los
edificios de Ilica y regresamos como podemos y una vez ha apaciguado algo la
tormenta al hotel. Descansamos un rato y vamos hasta Samobor, pueblecito a 25
km de Zagreb, más cuidado y tranquilo.
DÍA 10
Llegada hoy a uno de los puntos más impresionantes que se
pueden visitar no sólo en Croacia sino también en el mundo. Dejamos el coche en
el parking nº 1 (hay 2) y compramos la entrada al parque de Plitvice por Utaz. Antes de
entrar al mismo, nos compramos unos bocadillos para comérnoslos dentro en una
de las explanadas del parque, aunque también dentro se pueden encontrar al
menos que yo haya visto dos puestos grandes de buffet y restaurantes. Al
visitar el parque en un solo día nos aconsejan realizar el recorrido “C” del
parque en todo momento indicado. Si se entra por la entrada 1, se comienza
visitando el parque con una gran cascada y por la zona baja donde los lagos son
de color turquesa preciosos. Después se llega a una zona de picnic donde se
coge un barco que atraviesa uno de los lagos para situarte en la parte alta de
los lagos donde cambia el color de éstos a verde y vegetación de árboles
frondosos. De nuevo otra hora y media andando sin dejar en ningún momento de
ver lagos y escuchar el sonido de la caída del agua a través de las cascadas.
Llegada al final del recorrido “C” y comemos nuestros bocatas a las 16:00 h
antes de coger el autobús del parque (tanto bus como barco incluidos en las 110
Kn de la entrada) que nos lleva de nuevo a la entrada 1. Algo más de 1 hora
hasta Bibinje donde nos alojamos en un sobe (son como apartamentos que se
alquilan y son muy populares en toda Croacia) el cual nos ha costado una
barbaridad encontrar, con la señora Antonia y el señor Denis esperándonos. Para
cenar nos hemos ido hasta Zadar a sólo 10 km y ya hemos aprovechado para
caminar y cenar por su centro histórico. Hacía mucho tiempo que no me picaban
tanto los mosquitos.
DÍA 11
Comenzamos el día desayunando en un área de servicio de la
A1 camino del P.N. Krka por la entrada de Skrudin. Antes de llegar al mismo
pueblo hay un parking que anuncian como el del P.N. cuando después descubrimos
que siguiendo la carretera puedes encontrar muchos más cerca. Skadrin es un
pueblo muy pequeñito pero muy típico con muchas construcciones aún dañadas y
con restos de la guerra de los Balcanes. La entrada al parque se puede comprar
en Skadrin y desde ahí mismo coger el barco que en 20 minutos te sitúa al pie
del parque. Nada más entrar te encuentras con la zona de picnic y la gran
cascada donde se concentra la inmensa cantidad de gente que había hoy en el
parque para darse un baño. Nosotros también nos lo damos no sin antes costarnos
encontrar un hueco libre para poner las toallas y ponernos las chanclas tipo
crocs para poder bañarnos entre piedras y rocas, de otra forma imposible.
Luego, hacemos el recorrido del parque y en él comemos. Visto ayer Plevitce,
éste se queda algo corto y pobre pero de no haber sido así, éste también
resultaría muy bonito. Cogemos el barco de vuelta a las 16:00 h. A pocos km se
encuentra la ciudad costera de Sibenik que conserva un centro reconstruido tras
la guerra de piedra blanca con un perfecto empedrado en el suelo. Después
camino de Split, algo más de 1 hora. Ya en Split, alojamiento en los
apartamentos de Meje que es como una zona residencial de Split y después nos
acercamos hasta el centro que está bastante cerca y aquí descubrimos la
animación y ambiente que tiene la ciudad, con muchos restaurantes, terrazas,
músicos callejeros (incluso hasta unos españoles tocando rumba), heladerías,
pintores, ect.


DÍA 12
Partiendo del puerto de Split vamos hasta la isla de Brac.
Para coger los tickets para el barco, 1º tienes que esperar una cola y luego en
realidad no saber muy bien lo que estás comprando. Metemos el coche en el barco
y con un trayecto de aproximadamente 1 hora llegamos hasta Supetar que es la
ciudad principal de la isla. Desde el barcos nos vamos directamente hasta Milna
que está a 20 km sólo de Supetar pero que parece que te diriges al fin del
mundo, más aún cuando al llegar ves un paraje preciosos pero con muy poquita
gente. Allí comemos en una pizzería y volvemos a Supetar. Visto lo visto no
merece mucho la pena haber pasado el coche porque hubiéramos visto lo mismo en
Supetar donde nos hemos bañado en una de sus playas llenas de piedras pero de
agua cristalina y de nuevo el barco de vuelta a Split a las 16:30 h. Directos
desde el barco hasta Trogir para encontrar a su llegada y dejando el coche en
el primer parking antes de cruzar el puente a uno de los pueblos más bonitos de
Croacia, callejuelas con edificios de la típica piedra blanca de Brac. Vuelta a
Split para cenar y recorrer todo el centro con los restos del palacio
Diocleciano.


DÍA 13
Nos marchamos de Split camino de Dubrovnik por la carretera
de la playa, bordeando en todo momento el mar, en algunos casos con algún que
otro atasco en la misma. Paramos a desayunar en uno de los pueblos costeros y
aquí encontrar una cafetería en la que te pongan café + bollería es casi misión
imposible. Continuamos camino hasta que decidimos probar suerte en una de las
salidas de las playas y nos encontramos con un gran descubrimiento, Zivogosco,
pueblo tranquilo, playita de piedras pero aguas cristalinas y no demasiado
aglomerada. Comemos después de algo más de 1 hora de mar en un chiringuito
playero bajo higueras y cerezas para terminar la comida como no con un
estupendo helado italiano. Continuamos algo más de 2 horas hasta la ciudad
bosnia de Mostar, pasar la frontera es puro trámite, ni te paran, y en Mostar
nos encontramos con una ciudad con muchos recuerdos aún de la guerra de los
Balcanes, edificios aún destruidos, otros, entre ellos el famoso puente de
Mostar, reconstruidos pero siempre y en cada lugar hacen mención a su historia
más reciente todo lo contrario que ocurre al menos a simple vista en Croacia
donde parece que prefieren pasar página. En Mostar te encuentras además con la
peculiaridad de que estás en un país musulmán de modo que ves mezquitas y
tiendas de productos árabes. Aparcar no tiene ningún misterio y puedes
encontrar carteles escritos con letras normales y en cirílico. Tomamos unas
cervezas bosnias en una de las terrazas que dan al río Neretva junto al puente
y además comprobamos que las cosas son mucho más baratas que incluso en
Croacia. Otras dos horas y media de camino hasta Dubrovnik pasando de nuevo por
la carretera de la costa donde te encuentras con la absurda franja bosnia en la
ciudad de Neum que divide a Croacia. A la llegada a Dubrovnik, bastante caos
para encontrar nuestro hotel que está en la calle peatonal de la zona de Lapad,
también muy turística y animada.
DÍA 14
La joya de la corona y el broche de oro de todo viaje a
Croacia, la ciudad vieja de Dubrovnik. Lo primero tras el desayuno en el hotel,
dejar nuestro opel corsa en la oficina Herz junto a una de las entradas de la
muralla. Después recorrido a pie de toda la parte amurallada preciosa y
llenísima de turistas. Después comida junto al puerto una cazuela de pescado y
tras esto, recorrido por la muralla de Dubrovnik, que me atrevería a decir que
es entrada obligatoria para todo visitante de esta ciudad. Desde ella,
contemplas todos los tejados perfectamente reconstruidos, sus estrechas calles,
la muralla y el mar. Después vuelta al hotel y directos a la playa de Laplad,
donde pasamos el resto de la tarde. Para acabar cenando en el paseo del hotel.
DÍA 15
Desde Dubrovnik nos dirigimos hoy hasta la ciudad de Kotor, ya situada en Montenegro. Lo hacemos no ya con nuestro coche sino con un taxi y escogemos esta opción para evitar tener que dejar el coche de alquiler en otro país y que nos salga por tanto más caro el cascabel que el gato. El taxi Dubrovnik-Kotor nos cobra 80 € pero incluso así descuidamos de conducir por un país donde las carreteras aún no están demasiado bien acondicionadas. 2 horas de camino y estamos en Kotor, en la Old City, no muy grande y que se recorre también muy rápido. La Old City es toda peatonal y los edificios son de la típica piedra blanca de esta zona del Adriático. Tiene callejuelas estrechas y unas vistas desde su muralla maravillosas. Nos alojamos en el pleno centro de la Old City así que cuando todos los turistas de los cruceros se marchan, la ciudad se queda tranquila y pacífica y es cuando más merece la pena transitarla. Hay muchísimos restaurantes de pescado y un paseo por la orilla del mar, también es bien aconsejable.
DÍA 16
Nos dirigimos hoy también en taxi por 40 € hacia el sur, dirección Petrovac también en Montenegro, toda la carretera bordeando la costa. La sorpresa nos llega cuando en lo que es un camino de aproximadamente 1 hora llegamos a tardar 3 porque hay tramos de la carretera que están sin asfaltar y en plena reconstrucción de la carretera. Cuando llegamos a Petrovac nos encontramos con un pueblecito pesquero de playa de piedras y tranquilo con un paseo marítimo recién estrenado y con veraneantes autóctonos y apenas extranjeros. También tiene al final del paseo una muralla. Comemos en uno de los restaurantes del paseo marítimo y ponemos rumbo a nuestro último destino, hacia la capital montenegrina, Podgorica donde pasamos el resto de la tarde. Sin demasiado atractivo turístico siempre puedes visitar alguna de las iglesias ortodoxas de la ciudad, tomarte algo junto al río o ir a dar una vuelta al bazar de imitaciones por si encuentras algo.



DÍA 17
Después del desayuno recogida de maletas y vuelta a Madrid haciendo escala en Roma.
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